Los think tank del morenovallismo tardaron siete días para fabricar una historia marketinera que sataniza a los pobladores de San Bernardino Chalchihuapan.
Después del encarcelamiento de cuatro detenidos y del arranque de una brutal cacería en contra otros 12 manifestantes, acusados por los delitos de motín, ataques a las vías de comunicación, inseguridad de los medios de transporte, contra las autoridades en su modalidad de desobediencia, resistencia de particulares, delitos contra funcionarios públicos, privación ilegal de la libertad, lesiones dolosas y tentativa de homicidio calificado y daño en propiedad ajena doloso, las autoridades estatales salieron a dar su versión de los hechos.
Versión que, como lo marca el marketing político, minimiza al extremo la torpeza policiaca, la carencia de tácticas disuasivas y uso de armamento, catalogados por Amnistía Internacional como letales.
En contraparte, maximizan, también al extremo, los errores de los inconformes de San Bernardino, al grado de utilizar términos ridículos que sólo provocan risa y mayor encono social como “piedras de gran calibre”.
El objetivo del show mediático montado el día de ayer por los morenovallistas es claro: inculpar a los pobladores de la violencia con el único propósito de que el probable fallecimiento del niño de 13 años de edad sea responsabilidad de los pobladores.
El morenovallismo trata, a toda costa, de salvarse de la crítica social. Una nueva muestra de esta estrategia mediática que busca la exoneración del gobierno estatal la constituye el hecho de que tanto el Poder Ejecutivo como el Legislativo pidieron, casi al unísono, que la Procuraduría General de la República atraiga el caso y que intervenga la Comisión Nacional de los Derechos Humanos.
Para evitar que la versión marketinera del morenovallismo fuera destrozada in situ por los reporteros, se cancelaron las preguntas, y todo fue cuidado para evitar contaminar la satanización de los pobladores de San Bernardino Chalchihuapan.
 
Lo que no se vio en el show mediático
Lo que el morenovallismo ocultó fue la deficiente aplicación del operativo para disolver el bloqueo en el kilómetro 16 de la autopista Atlixco, tal como se muestra en distintos videos disponibles en las redes sociales.
En uno de los videos se observa cómo un contingente de “granaderos”, al intentar desalojar a pobladores de San Bernardino Chalchihuapan de un puente, termina replegándose y saltando cuando el gas ocupado en el operativo se torna hacia ellos.
Los policías estatales tiran granadas de gas en contra de los pobladores, sin embargo, el humo del gas fluye hacia ellos obligando a los elementos de la Policía Estatal a retroceder.
Pero en un momento, envueltos en una nube de gas, los policías se lanzan del puente de manera desesperada.
En el video se observa cómo los pobladores repelen el intento del desalojo. Lanzan piedras en contra de los elementos de la Policía Estatal.
Segundos después se observa cómo los policías estatales quedan atrapados en el humo de granadas de gases lacrimógenos.
Los policías huyen. Avientan sus escudos y se lanzan en el declive del puente para llegar a la carretera huyendo de los gases irritantes.
Lo que se dejó sin contestar.
No se explicó el protocolo que siguieron los cuerpos policiacos estatales para la realización del operativo del kilómetro 16.
No se detalló el armamento utilizado por las corporaciones policiacas.
El gobierno estatal negó haber ocupado balas de goma.
Ahora la PGR tiene la última palabra.