Será este día cuando don Enrique Romero Razo, ex juez de primera instancia, reaparecerá ante reporteros, fotógrafos y camarógrafos, principalmente de la pagina policíaca, para denunciar ante la opinión pública el asalto que dice haber sufrido dentro de su domicilio, en la colonia El Ángel, a manos de un “comando” armado que le robo, además de su laptop y un paquete de memorias USB, donde —dice— guardaba información de asuntos jurídicos.
El abogado narra, dentro de la averiguación previa 2657/2014/Centro, que el viernes por la noche, cuando llegaba a su casa, fue sorprendido por un comando armado, quienes ya habían logrado ingresar y quienes los comenzaron a ofender, al mismo tiempo que les ordenaban que se tiraran al piso bocabajo.
Para ese momento, los desconocidos ya habían registrado la propiedad y se apoderaron de su laptop, así como de sus memorias USB, por lo que, para “ganar más tiempo”, intentaron atacar a la pareja del exjuez y éste, al querer defenderla, fue golpeado por los maleante.
Además, los delincuentes se llevaron 35 mil pesos en efectivo, joyas que había dentro de su casa, además de documentos familiares, incluso las fotografías de sus hijos y un vehículo Jetta de su propiedad.
Lo interesante del asalto y lo que el exjuez Romero Razo resalta es que los delincuentes no perdieron totalmente la “compostura”, sí manosearon a su mujer, sí lo golpearon, sí los ofendieron y amenazaron, pero nunca dejaron de tratarlo como “licenciado”.
Y es que “la educación se mama”.
Escandalosa estafa.
De acuerdo con lo dicho por don Enrique Romero Razo, los delincuentes se llevaron información “totalmente clasificada” de sus asuntos jurídicos.
Le aseguro que muchos de los que se enteraron del asalto a la casa del exfuncionario ruegan a todos los santos que entre lo que se llevaron no se encuentre la lista y documentos de todos los que esperan que el exjuez les regrese unas buenas sumas de dinero que se quedó tras haberlos estafado, utilizando los nombres de funcionarios de la pasada administración, incluso de un ex mando militar de muy, pero muy alto rango.
Don Enrique Romero se valió de sus amigos de confianza para que estos le llevaban a incautos, de preferencia profesionistas, a quienes les ofreció trabajo como ministerios públicos federales, mandos en las corporaciones federales, plazas en Pemex y otros empleos de muy alto rango.
Las sumas para obtener dichos trabajos eran como mínimo de 100 mil pesos y como máximo hasta donde “el cliente” soportara.
Y fueron muchos los que confiaron en el exjuez, por muchas razones, una eran las amistades que presumió cultivaba y otra era que además falsificó documentos para poder hacer fuertes cobros.
Y resultó lo que tenía que pasar, el tiempo para los empleos se agotó y todos los afectados comenzaron a protestar.
Pero Romero Razo fue más inteligente, les dijo a los afectados que mejor se quedaran callados, que sus “socios” no se iban a tocar el alma y que si los molestaban su “ira” sería terrible y hubo quienes le creyeron y otros no, estos se acercaron a los “socios”, que nunca lo fueron y la recomendación fue la misma “denúncienlo”.
Y entonces Romero Razo comenzó a firmar pagares, documentos que en su mayoría ya se están venciendo y la fecha de cobrarlos está a la vuelta de la esquina.
Ojalá no sirva como pretexto para no pagar.
Intolerantes engañados.
Un servidor le comenta a quienes, confiando en este medio, han enviado sus denuncias a través de mensajes vía internet, cartas o denuncias personales, que no existen otros “representantes”, que Intolerancia no tiene abogados, representantes sociales, primos, compadres que puedan recibir algún tipo de quejas, éstas se reciben como les comenté en un principio.
Comandantes, amas de casa, quienes deseen presentar alguna inconformidad de malas atenciones o de lo que deseen denunciar, se dirijan al correo que abajo aparece —si existe y si se contesta—, no se dejen estafar.
Nos vemos cuando nos veamos.