Mostrando una ignorancia absoluta, el gobernador Rafael Moreno Valle declaró que él no va a ofrecer ninguna disculpa a los familiares de José Luis Tehuatlie, toda vez que en las recomendaciones de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos no lo mencionan a él.
Con total desfachatez de manera textual, el gobernador dijo:
"En las recomendaciones de la Comisión Nacional de Derechos Humanos a mí no se me menciona, no es un asunto donde se haya hecho recomendación alguna al Ejecutivo. Entonces, lo que evidentemente hemos aceptado es darle seguimiento, y es lo que se está haciendo a través del jefe de mi oficina".
Evidentemente, Moreno Valle desconoce las responsabilidades que representa la titularidad del Poder Ejecutivo.
Las recomendaciones de la CNDH implican de manera directa a la Secretaría General de Gobierno, a cargo de Luis Maldonado Venegas; a la Secretaría de Seguridad Pública, cuyo titular es Facundo Rosas Rosas, y a la Procuraduría General de Justicia, al mando de Víctor Carrancá Bourguet. Y que las recomendaciones sí van dirigidas hacia su persona como titular y responsable del Poder Ejecutivo.
Lamentablemente, su ignorancia nos obliga a explicarle al Señor de las Balas que estas tres dependencias forman parte del Poder Ejecutivo, del cual es el legítimo titular.
Además de que la designación de los titulares de esas tres carteras depende directamente del gobernador.
Es decir, los tres responsables de las acciones y el operativo de Chalchihuapan fueron nombrados por el propio Moreno Valle y actúan bajo sus órdenes.
En esa lógica, los actos realizados por estos funcionarios son también responsabilidad del gobernador.
Para un mejor contexto, voy a transcribir un fragmento de la sexta recomendación, en donde se le indica que se ofrezca una disculpa institucional.
 
Señor Gobernador Rafael Moreno Valle:
6. Instruya a quien corresponda para que se ofrezca una disculpa institucional a las víctimas y a sus familiares por los agravios generados por los servidores públicos de las dependencias a su cargo, se den a conocer las medidas y garantías para la no repetición de actos como los que dieron origen a esta recomendación.
 
Independientemente de las revelaciones periodísticas que apuntan a que el gobernador fue quien ordenó, a través de su Blackberry, el violento desalojo que provocó la muerte del niño Tehuatlie, es innegable que las acciones de sus secretarios de gabinete recaen en la figura del gobernador.
Pero suponiendo que el gobernador hubiera estado ocupado en alguna otra actividad que le impidiera dar la autorización del desalojo y que no se haya enterado de los incidentes, su responsabilidad no es menor y termina siendo el Poder Ejecutivo el causante de esta represión.
Le guste o no, los tres funcionarios actúan como parte del Poder Ejecutivo.
Así las cosas, la declaración de Moreno Valle en la que asegura que no tiene que ofrecer disculpas porque nunca lo mencionan y no se le hace recomendación alguna al Ejecutivo son un desacato total y absoluto a la determinación de la CNDH.
Es una pena que la soberbia del gobernador le impida cumplir con la más sencilla de las recomendaciones emitidas por la comisión humanista.
Estamos hablando de una disculpa que debió darse desde hace 70 días, cuando el niño murió, y que como responsable de un gobierno debiera asumir su responsabilidad pidiendo perdón a la mamá de José Luis y a las otras víctimas.
Sin embargo, la falta de sensibilidad de Moreno Valle lo ha hecho caer en actitudes inhumanas, en donde —tal y como lo declara a los medios— sólo va a darle seguimiento a las recomendaciones a través del jefe de su oficina.
No sería raro que cuando la CNDH insista en que debe ofrecer disculpas, las vaya a ofrecer uno de sus sirvientes.