MIL PERDONES a mis cuatro lectores y a Intolerancia Diario por la paciencia de santo que han tenido para conmigo. Pero es que cuando los años se hacen presentes sin decir “agua va”, nada o muy poco te funciona y te duele todo, hasta escribir duele.                                                                                                         No pienso perder estos escasos momentos de lucidez en hablarte del alcalde corrupto que tú ya conoces, tampoco del Ministerio Público tramposo que te pide “moche” hasta para sacarte un moco, ni del juez carroñero o del partido manipulador que ya te desilusionó ni de los diputados de nuestra Cámara, que sirven para dos cosas… Una de ellas es decir “Si señor, como usted mande”.
NO puedo negar que este “despapaye” me preocupa, pero el consuelo que me queda es que “el valiente es valiente hasta que el cobarde quiere”, y cada vez vemos más y más muestras de que “el cobarde” ya se hartó. Y entonces vemos un político muertito por aquí y otro por allá. Esto fue lo que escribí hace cuatro o cinco años y, hoy nuestros ciervos de la nación se chupan gran parte de nuestros impuestos en guaruras y cuerpos de seguridad que le llevan el mandado a la señora o van por las pantuflas que olvidó el señor en una de sus monstruosas camionetas. 
Hoy nuestros gobernantes no tienen respeto por nada ni por nadie, a excepción, claro, de sus alcahuetes, sus partidos. En fin, querido lector, esperemos a ver quién truena. Porque como dijera el estreñido: “Al que obra mal se le truena la almorrana”.