1. El señor presidente, omitiendo el partido o los partidos que lo lanzaron a la candidatura presidencial, dejó de ser tricolor, o verde, o del color que fuera el día que se colocó la banda presidencial. En esos segundos terminó la política partidaria electoral e inició la política social.
2. En ningún momento, quizás acuciado “por razones superiores de Estado”, lanzó a sus cuerpos mediáticos a desnudar a los dos sexenios anteriores de corte ultra derechista disfrazados de azul panista, para evidenciar históricamente todo el daño causado hasta estos momentos.
3. Las reformas hacendaria, educativa y energética absorbieron todas y cada una de las altas acciones del gobierno que encabeza. Dejó sueltos los problemas cotidianos que diariamente resolvemos de una forma o de otra la sociedad nacional formada por las sociedades estatales.
4. La cotidianidad en el desempleo, en la inseguridad, en el fracaso diario y permanente por la sobrevivencia, el encarecimiento de los servicios públicos debido a la privatización de ellos adquirieron durante estos 12 panistas años rango de permanencia. 
4.1. Mención especial merece por los daños sociales que causa la corrupción nacional que ha hecho presa a toda la sociedad; y con el agregado de la delincuencia de tercer rango dedicada al narcotráfico, la vida nuestra, la de todos los mexicanos, incluyendo a la casta política, se ha caotizado.
4.2. La muestra de lo acontecido en Ayotzinapa, que está lanzando a ganar la calle contra los gobiernos y contra el sistema imperante, a centenares de miles de jóvenes protestando en todo México, no es nada más que un modelo que se reproduce sin tanta fama en otras geografías nuestras.
5. Los componentes de Ayotzinapa son visibles:
a) Un gobierno estatal impuesto por una de las tribus del PRD, donde el candidato a gobernador cambió de chaqueta partidaria escasas semanas antes de las elecciones.
b) Y cuando gobernador Luis Hernández Navarro, en La Jornada nacional, enumeró a las organizaciones sociales criminalizadas, dio los nombres de los líderes asesinados, así como una sarta de actos criminales realizados desde el poder estatal con total impunidad.
c) Un ayuntamiento corrupto, el de Iguala; donde la asignación de sueldos, gastos, y premios en efectivo para regidores, sindico y alcalde, no tuvo límite alguno; acompañando lo anterior con la cobranza del diezmo por cada obra pública ejecutada. 
d) Un ayuntamiento cómplice de la criminalidad, donde sus cuerpos policiacos sirven a los fines de los delincuentes, no de los ciudadanos honestos pagadores de impuestos, derechos y servicios. 
e) Una sociedad estatal y municipal temerosa de exigir a los gobiernos elegidos, que cumpla con las tareas enunciadas en sus plataformas de campaña. Temor válido toda vez que cualquier gobernador bajo el régimen de una democracia electoral, puede hacer lo que quiera con los miles de millones de pesos asignados por los diputados federales en la Ley de Egresos, toda vez que no existe un cuerpo para-ciudadano que los limite aprobando o reprobando la obra pública. 
6. Cuando el señor presidente de la República les exige a los gobernadores que se sujeten al Estado de Derecho debemos entenderlo con dos escenarios:
a) O es una proclama para la opinión pública internacional, en estos momentos en que la prensa mundial nos vitupera como país insensibilizado. 
b) O asqueado de todo lo negativo que existe en el país del cual lleva el timón, está dispuesto bajo los mecanismos legales a limpiar “Los Establos de Augías”. El tiempo breve nos lo dirá, pues el Estado de Derecho no es nada más que el cumplimiento de la ley por todos y cada uno de los habitantes de esta gran patria mexicana.
 
Nuestra casa
Nadie podrá negar jamás la existencia de esos exquisitos panes hechos con harina, yema de huevo y agua de azahar.