Mientras el gobierno del estado enfoca todas sus baterías para impulsar un nuevo clúster automotriz en la región de San José Chiapa, la actividad industrial en la entidad se desploma.
La focalización de la política industrial del gobierno morenovallista está provocando un descuido en el resto de los rubros que forman parte del sector secundario de la economía poblana.
Los resultados del Indicador Trimestral de la Actividad Económica Estatal para la entidad de Puebla, divulgados por INEGI, muestran que durante el segundo trimestre de 2014 las actividades industriales registraron un decremento anual del 1.8 por ciento.
Entre los factores que contribuyeron a esta situación se encuentran principalmente al comportamiento negativo de la minería, la construcción y las industrias manufactureras. Esto originó que el estado de Puebla se ubicara en la posición 21 del total de las entidades del país.
En consecuencia, urgen políticas sectoriales que apuntalen a todos actores económicos sin preferencias ni distingos, y que obedezcan a razones puramente de imagen pública.
Los morenovallistas minimizarán el hecho porque, en términos generales, la economía estatal logró crecer a una tasa anual, para el segundo trimestre de 2014, de 0.5 por ciento.
Magro crecimiento, pero al fin crecimiento. Sin embargo, en el acumulado enero-junio la economía estatal decreció 0.1 por ciento, reflejo del descenso en las Actividades Industriales de (-)3.6 por ciento.
Por lo tanto, el crecimiento del 0.5 por ciento es resultado del dinamismo de las actividades primarias, que incluyen la agricultura, cría y explotación de animales, aprovechamiento forestal, pesca y caza.
En el periodo en cuestión registraron una variación anual de 3.6 por ciento. Y no precisamente por las bondades de la política morenovallista, de entregar mototractores e impulsar la agricultura por contrato.
Sí por el buen comportamiento registrado en la cría y explotación de animales y en la agricultura, lo que ocasionó que la entidad se colocara en el lugar 19 con respecto al resto de los estados del país.
Un sector que no termina por convertirse en el puntal de desarrollo de la entidad y principalmente de la ciudad capital es el sector de servicios, que abarca los sectores dedicados a la distribución de bienes y aquellas actividades vinculadas con operaciones de información y de activos, así como con servicios afines al conocimiento y experiencia personal, además de los relacionados con la recreación y con la parte gubernamental, entre otros.  
La entidad en estas actividades mostró un crecimiento anual de 1.6 por ciento en el segundo trimestre de 2014, motivado por los servicios de alojamiento temporal y de preparación de alimentos y bebidas; por los servicios inmobiliarios y de alquiler de bienes muebles e intangibles, por el comercio, por los servicios financieros y de seguros y por los servicios educativos, principalmente.  
Derivado de este escenario, la entidad consiguió posicionarse en el lugar 14 respecto al total de los estados, justo por debajo de la media nacional.
Estos son los números, y las políticas para revitalizar la actividad económica del estado siguen sin aparecer.