En una más de las incongruencias del Señor de los Cerros, su gobierno le venderá —a precio de regalo— un terreno propiedad del estado a un amigo empresario, para que construya un centro de espectáculos, en lo que será el Valle Fantástico del morenovallismo.
Cómo olvidar el mensaje de toma de posesión del gobernador Moreno Valle, cuando anunció, con un tono de odio, que recuperaría los terrenos de Valle Fantástico.
Más que una acción de gobierno, el mensaje llevaba implícito un alto contenido de venganza en contra de Ricardo Henaine.
El argumento no era otro que la donación onerosa que los gobernadores Melquiades Morales y Mario Marín hicieron en favor de Henaine Mezher.
Hay que recordar que las hectáreas que comprendían los terrenos del parque de diversiones fueron entregadas por el gobernador Melquiades Morales a título de donación onerosa, por la cual se pagó un costo por debajo del valor catastral y comercial del mismo, bajo la condición de que funcionara un centro de diversiones, además de otras obligaciones de carácter ecológico.
Para poder liberar esas obligaciones, en el sexenio de Mario Marín se le impusieron diversas cargas a la empresa inmobiliaria propiedad de Ricardo Henaine, para que pudiera sustraerse de las obligaciones impuestas en el contrato de donación y así convertir el predio de propiedad privada.
Una vez cumplidas esas cargas, el gobierno marinista liberó a Henaine, quien preparaba la enajenación de dicho inmueble, para hacer —excepto la reserva ecológica— un desarrollo residencial.
Estas acciones fueron vistas por el nuevo gobernador como un robo al estado, lo cual lo llevó a iniciar una serie de argucias legales y no legales, para intentar recuperar el inmueble.
Más allá del desenlace en el que termine Valle Fantástico, llama la atención que ahora el gobernador caiga en las mismas prácticas para beneficiar a un empresario, con la entrega de un terreno del estado a un precio muy por debajo de su valor comercial.
Es el caso de las dos hectáreas que, a precio de remate, le entregará a una empresa privada para que construya un Coliseo en el que se celebrarán corridas de toros y otros espectáculos.
Sin embargo, a diferencia de la figura utilizada por Melquiades Morales —donación onerosa—, el gobernador Moreno Valle lo va a privatizar a un precio de risa de mil 100 pesos, cuando el valor comercial oscila entre los 4 mil 500 pesos por metro cuadrado.
Es decir que con la experiencia de Valle Fantástico va a evitar que en un futuro se pueda echar abajo la operación comercial, toda vez que los “diligentes” diputados autorizarán la venta del terreno sin ningún tipo de cargas u obligaciones.
En el colmo de la desfachatez, dos días antes de que en el Congreso del estado se apruebe la enajenación de las dos hectáreas, la empresa que ganará la “subasta” para la adquisición del predio ya inició las obras de medición y limpieza del terreno en donde construirá el Coliseo.
Es una pena que no respeten ni a los propios diputados, los cuales tendrán que ir a poner su cara de siempre, aprobando un decreto que en los hechos ya causó efectos.
Por inverosímil que parezca, Moreno Valle terminó creando su propio Valle Fantástico.
Ver para creer.