Tal cosa ordenó el puntillero, al toro primero de los siete de Marrón, al que Arturo Macías había hecho una faena muleteril de mucha enjundia, pues “El Cejas” no quería dejar ir el triunfo la tarde del domingo en el coso de Insurgentes, que casi llegó media entrada.
Y el toro se levantó y anduvo trastabillando un buen rato, hasta que cuando se entregó, el ambiente ya se había enfriado, escapándosele a Macías el primer trofeo del festejo, aunque el público, “su gente”, nunca dejó de apoyarle y manifestarle afecto del bueno.
De fraudulenta han calificado peñas y porras taurinas. La de Ingenieros, incluyendo memes y publicaciones en las redes en contra de la muy decepcionante actuación del juez Ruiz Torres, al otorgar trofeos con exceso, pero sobre todo poniendo en duda su comportamiento, que no sus conocimientos, el no reconocer la bravura del toro de Campo Real y premiar al menos con un “Arrastre Lento” los restos del toro. Aunque aquí, sin que esto sea excusable a favor del juez, se cometen dos graves errores: Juan Antonio de Labra afirma ante los micrófonos televisivos que el juez tiene obligación de otorgar la oreja ante un petición evidentemente mayoritaria, pero olvida el cronista mencionar el resto del articulo respectivo, que reza: “Tras una labor meritoria del espada siempre y cuando la faena haya sido meritoria” (art.72). Para colmo, el juez se excede y otorga 2 orejas 2 al matador Arturo Saldivar, siendo que el mencionado artículo dice para conceder dos orejas “luego de tomar en cuenta las condiciones de la res lidiada, la buena dirección de la lidia, la brillantez de la faena realizada, tanto con el capote como con la muleta y la ejecución de la estocada”. Además, el hispano Alejandro Talavante, en franco desacato a la autoridad y acompañado de su cuadrilla y asistencias de callejón, hace señas y gesticulaciones visiblemente aspavientosas al palco del juez, pidiendo insistentemente la vuelta al ruedo a los restos del toro, cuando el reglamento art. 27-XII dice de los lidiadores que “les está prohibido hacer comentarios o manifestaciones de desagrado en el ruedo sobre las llamadas atención, cambios de suerte”.
Para colmo, los cronistas se ven mal festejando esto, y el inspector de autoridad, con rostro de felicidad y encanto, se une al júbilo festejante de todos los toreanderos. Lógico, que tenían que apegarse al guión o scrip que decía y así ocurrió: Herrerías guarda en corrales el toro de regalo de “garantía”, uno de Campo Real, hijo de un semental de bandera de Reyes Huerta para el hispano de las patillas, toro que no se sortea. Éste el matador Talavante anuncia el regalo y se lo brinda a la mujer del doctor-empresario. El juez le regala las dos orejas que nadie pidió, y al final Herrerías, alemán, los júniores, incluido el Palillo Barralva, se salen del palco al callejón y aplauden efusivos y gozosos la escena triunfal.
FIN. D.R. Televisa MMXIV.
Casting. El héroe: Alejandro Talavante.
El galán: Arturo Saldivar.
La victima: Arturo Macías, quien tuvo que lidiar con el “peque” del encierro y aguantar que la gente, ante la poca presencia del torito, no apreciara sus esfuerzos.
Villano 1: El ganadero Pepe Marrón, que envió un encierro descastado, infumable, que provocó desagrado y rechazo del respetable, sobre todo del cuarto, segundo de Macías.
Villano 2: el subalterno que le levantó dos toros al cejijunto, quien, con la mirada, expresó sus intenciones puntillericidas.
El engañado: el público, aproximadamente 15 mil extras, curiosos y cheleramente alborotados parroquianos.
Para colmo y tratando de mantener su postura de no desagradar al bigotón-patrón los cronistas que tanto desconciertan y equivocan las apreciaciones del público, continúan diciendo dislates e incongruencias. El otra hora joven Murrieta ha dicho a propósito de los trazos de muleta de Arturo Macías en la faena de su primer toro que definió como: “Bellamente estética”, siendo que el diccionario de la RAE define “estética” como lo bello; ciencia que trata de la belleza; apreciación de la belleza. Bueno aquí lo dejamos y si las entradas siguen disminuyendo en la gran plaza, ya sabe a usted a que se debe.
Meme publicado en las redes para Herrerías: “No + Fraude”.
Versión talavantina de la añeja suerte Arrucina, invento mexicano de Carlos Arruza; vistosa y valiente interpretación de mano muy baja.
Un sonriente y triunfal Arturo Saldivar con las dos peludas del sexto.
Vistoso toreo de capa, de mucha verdad y belleza, siempre variado en cada quite o intervención de Arturo Macías.