Por fin los diputados locales emitieron la convocatoria para elegir al próximo integrante de la Comisión de Acceso a la Información Pública (CAIP).
Tuvieron que transcurrir más un mes para los legisladores locales encontraran la formula para disfrazar la reelección de la comisionada Alexandra Herrera Corona.
De entrada, con bombos y platillos anunciaron que no se permitirá la reelección de Herrera Corona, tal como lo determinaron tanto el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) como el despacho del abogado Ernesto Ramírez.
Sin embargo, dejaron abierta la posibilidad de que Herrera Corona continúe en el puesto, siempre y cuando renuncie a la CAIP.
El presidente de la Junta de Gobierno y Coordinación Política, Víctor Manuel Giorgana Jiménez, informó a los medios de comunicación que cubre la fuente del Congreso local que “ya se le informó a Herrera Corona que su petición de reelección no es procedente. En caso de que la comisionada decida participar en el proceso tendrá que separarse del cargo”.
Y más aún, los legisladores de curaron en salud. Giorgana Jiménez rechazó que exista una simulación por parte de los diputados para abrir el proceso y designar para un nuevo periodo a Herrera Corona.
Habría que esperar a la determinación de la comisionada. Si en los próximos días Herrera Corona renuncia a la posición que ocupa en la CAIP desde julio de este año, en sustitución de Blanca Lilia Ibarra Cadena, pondría en serios aprietos a la retrasada convocatoria de los diputados. Ya que se registraría como una aspirante más.
Esta batalla esta por librarse.
Veremos si cabe la prudencia en Herrera Corona y deja que el proceso —ya de por sí manchado— continúe su marcha.
 
Aprendices de la izquierda le tiran a la escopeta
Los aprendices de la izquierda poblana — Socorro Quezada Tiempo y Carlos Martínez Amador, dirigentes del PRD poblano— exhibieron su desconocimiento histórico de su partido y tratan de ocultar una crisis que esta por consumirlos.
Y una vez muerto el rey, viva el rey. Así que sin Cárdenas como líder moral y sin identidad histórica como opción de izquierda.
Los perredistas del morenovallismo desacreditaron la renuncia de Cárdenas. Para Socorro Quezada Tiempo fue un berrinche. “Lo voy a decir tal cual, lo que me parece es un berrinche de mi líder nacional, de que no se hizo lo que él quiso; desafortunadamente, aunque convocáramos a elecciones extraordinarias, el panorama no cambiaría y serían los mismos resultados”.
Para el expriista Carlos Martínez Amador el PRD requiere de gente de trabajo y no de “figuras”, por lo que la salida de Cárdenas Solórzano no afectará a esta fuerza política.
Y claro que no afectará, porque el PRD que ellos encabezan les representa mucho para sus ambiciones personales y de grupo: candidaturas, puestos, recursos económicos y gobiernos locales es lo que ahora les interesa. Han perdido todo comportamiento ético y en Puebla la muestra es más nítida de su degradación: entregaron el partido al morenovallismo, como el primer paso para apoderarse de la franquicia político-electoral.
Veremos y diremos.