Del otro lado del manoseo y manipulación de las cifras para mostrar un gobierno aliancista eficiente, se encuentra la realidad de los retrasos en las obras planteadas por morenovallismo.
La línea 2 del metrobús es una muestra de que los operadores en las secretarías de Infraestructura y la del Trasporte no han hecho su trabajo. Y tienen sin concluir una obra que pretende resolver los problemas de movilidad que existen en la 11 Norte-Sur.
Que según los encargados de las obras no hay para cuándo terminen los trabajos y puedan empezar a circular los camiones articulados.
Así como hay graves retrasos en el metrobús.
También los hay en las obras del teleférico, que hace más de dos años fue detenido en su proyecto original.
El 6 de enero de 2013, el gobernador Rafael Moreno Valle Rosas sufrió un revés, luego de que investigadores y especialistas en antropología lograron obtener un amparo para frenar momentáneamente la construcción del teleférico.
En ese entonces, investigadores y especialistas lograron parar las obras porque el teleférico se estaba realizando ilegalmente y destruía monumentos históricos.
La aceptación de amparo —incidente 1962/2012— refería que el amparo fue promovido por Lucio Ramírez Luna, presidente de la Asociación de Juristas de Puebla. 
Asimismo como por Montserrat Gali Boadella, directora y representante de la asociación civil fundación Manuel Toussaint y del Comité Defensor del Patrimonio Histórico, Cultural y Ambiental de Puebla.
La solicitud de amparo versa sobre todo en la destrucción de un inmueble registrado en el catálogo de monumentos históricos de la ciudad de Puebla, ubicado en la 8 Norte 414, en el Barrio del Artista.
En julio de 2013, al gobierno del estado no le quedo otra opción más que desmontar la torre del teleférico ubicada sobre la 14 Oriente y el bulevar 5 de Mayo.
Ya que no se pudo construir la estación central en la Casa del Torno, en el Barrio del Artista, pero se movió unas calles antes.
Los retrasos continuaron y a dos años del amparo que frenó la construcción del teleférico, las obras siguen a marchas forzadas.
Claro que los alcances del teleférico morenovallista serán totalmente diferentes al proyecto original y la distancia que recorrerá será mucho menor a lo planeado.
Los retrasos de las obras alcanzan al gobierno estatal en detrimento en erario público y en el caso del metrobús, de los usuarios del transporte público de pasajeros de las colonias del sur de la ciudad.