Si algún mensaje quiso enviar Juan Carlos Lastiri Quiroz en el arranque de 2015, decidió hacerlo desde la sierra norte: Zacatlán, el sitio desde donde comenzó su carrera política que lo llevó hasta la subsecretaría federal de Sedesol y a trabar una sólida relación con el poderoso Grupo Hidalgo, brazo político de Enrique Peña Nieto.
Arropado por unos 15 mil asistentes en el zócalo del lugar, repitió la dosis que había utilizado en otras demarcaciones municipales en 2014 y que permitió tener hasta este fin de semana una bitácora que sobrepasa los 130 mil asistentes a jornadas informativas del resultado del trabajo del gobierno de la República.
Persistente el recorrido por los distintos rincones de la geografía poblana,  el subsecretario de Sedesol parece entender que los vacíos de poder dejados en el interior deben ser ocupados con la presencia de entidades vinculadas con la gente que padece precariedades endémicas y que impiden el desarrollo humano.
Como ha sucedido en cada gira de trabajo la caravana de este sinónimo de gobierno itinerante ofrece en cada región servicios y productos de Liconsa, Sagarpa, Conafor, Sedesol, Conafe, Inapam y otras dependencias del gobierno federal que trabajan en una esfera de competencia paralela.
El contexto de la reunión no fue fácil porque desde la concepción del modelo de comunicación directa con los miles de beneficiarios de programas del gobierno federal había que armonizar agendas y hacer a un lado envidias, recelos y rivalidades de diversa índole entre quienes forman parte de las diversas delegaciones en el territorio.
Tal vez esa circunstancia explique la ausencia persistente de quien representa a Emilio ChuayffetChemor, el Secretario de Educación Pública, José Alarcón Hernández; o el recién designado Román Lazcano Fernández, en Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano, que tampoco figuró en la escena.
Lo mismo con la delegada de la Procuraduría Agraria, Isabel Merlo Talavera, que no es capaz de dar un paso sin la venia de su jefe político Javier López Zavala que desde algún lugar ignoto complota para torpedear cualquier proyecto en el que no sea él mismo cabeza visible.
En cambio fue la presentación en la esfera política de quien asumió la conducción de la delegación de Gobernación, Noé Rodríguez Roldán, priista de larga data en su natal Tlaxcala y curtido en la oposición priista en dos sexenios seguidos, el del perredista Alfonso Sánchez Anaya y el neopanista, Héctor Ortiz Ortiz. 
Correcto y cortes el edil de nueva militancia, Marcos Flores Morales que ganó cuando en el tricolor no lo dejaron ser candidato, asumió un decoroso perfil de anfitrión con la caravana de funcionarios federales hasta terminar en una confortable reunión acompañada de exquisiteces de la gastronomía de Zacatlán. 
Redonda y exacta, la multitudinaria concentración del fin de semana en Zacatlán permitió a Lastiri Quirós medir alcances, pulsar el músculo, calcular riesgos y tomar decisiones con su círculo de poder que ya trabaja en la segunda fase del proyecto trazado. 
"Ladrillo sobre ladrillo" lo definió Martín Fuentes Morales, el especialista en leyes y compañero de aula de Felipe Calderón Hinojosa en la Escuela Libre de Derecho pero de correosa militancia priista.
El que entendió, entendió.
 
En el sótano...
¿Quién es el personaje emisario del zavalismo que fue objeto de burla en la gira de trabajo en la sierra norte de Puebla por su necedad de descalificar logros del equipo al que ahora pertenece?
En su cara y delante de un grupo nutrido de funcionarios federales entre risas le respondieron ante su criterio proclive a minimizar los logros: ¿pues a qué evento fuiste? Francisco Ayala cerró la boca y guardó el ridículo conseguido.