Marcelo Ebrard apuesta por la desmemoria y el desconocimiento de sus interlocutores en su diáspora política, acusado de haber hecho mal las cosas como jefe de gobierno en la construcción de la línea dorada de la capital del país, y por la que se constituyó una comisión legislativa que lo tiene en el banquillo.
En la esfera política y técnica, hay dos momentos que evidencian la condición política de quien abrevó también en las filas del PRI: la conveniencia de borrar el pasado como única forma de justificar vigencia en el escenario electoral.
Ya con la fuerza del aparato de Estado encima, el jueves 29 de enero el ex jefe de gobierno del DF, Marcelo Ebrard, dijo a Carmen Aristegui que el acuerdo electoral entre Nueva Alianza y el PRD para competir por las delegaciones de Iztapalapa y Cuauhtémoc era “impresentable”.
Perseguido detrás de una coartada que él mismo propició a partir de las omisiones y errores en la construcción y trazo de la línea dorada de la capital, detenida hace meses, enfiló baterías contra quienes están detrás del partido de Elba Esther Gordillo, la mujer sometida a proceso por delitos federales.
No ha sido siempre así como existe constancia de ello. El viernes 3 de julio de 2010, como jefe de gobierno asistió a una cena con el entonces candidato al gobierno de Puebla de la coalición que integraba el justamente el partido del que ahora despotrica: Nueva Alianza, el PRD y Acción Nacional.
Muy orondo en esa cena en el Club de Empresarios, dijo a don Enrique Montero Ponce, director y titular del informativo Tribuna de la Mañana, que la coalición a la que ahora considera impresentable ganaría al “góber precioso” de Puebla, Mario Marín; al “góber mafioso” de Oaxaca, Ulises Ruiz, y al “corrupto” de Sinaloa, Jesús Aguilar Padilla.
El pronóstico frente a un reducido grupo de comensales se habría de cumplir 48 horas después, en la elección del 4 de julio de ese año. Pero la memoria de Marcelo falló casi cuatro años después.
Ya con el proceso legislativo en curso, que terminará por responsabilizar a este activo perredista del desaseo financiero y técnico de la línea dorada del metro en el DF, fue investido en Puebla “asesor” para temas de transporte público y seguridad en junio de 2011.
Con un accidentado proceso de arranque de la línea 2 de RUTA en la capital, que debía correr a lo largo de la 11 Norte-Sur de Puebla, la embestida contra usuarios y quienes manejan mototaxis, el presunto autor de la catastrófica línea 12 del metro parece hacer pedazos todo lo que toca o a conveniencia olvida, ¿o no?
En el sótano…
1.- No hagas caso a los rumores. No hay caldo de gallina SIN GALLINA, respondió Ana Teresa Aranda cuando este reportero consultó sobre su presunta candidatura a una diputación federal en Puebla.
“Pues ya veremos, no hay nada que el tiempo no nos muestre”, reviró Juan Carlos Natale, exdirigente del Partido Verde, legislador local y el primero en anunciar la incorporación de la aguerrida panista a las filas del Verde que va en coalición con el PRI. Ya veremos a quién asiste la razón.
2.- Comienza la guerra de encuestas de cara a la elección del primer súper domingo de junio. Con notable diferencia el PRI aventaja en casi todas las que ofrecen sus resultados. De acuerdo con GEA/ISA, citada por el columnista de El Universal Salvador García Soto, el partido en el poder alcanza 47% contra 26.5 del PAN en la intención de voto.
Con mayor mesura, Parametria, de Francisco Abundis, indica que el PRI trae una preferencia de tercera, por ciento contra 27 de Acción Nacional. No sabemos cómo impactará en el resultado de la elección la desaprobación a la gestión de Enrique Peña Nieto, dijo el especialista en un programa de televisión en el Estado de México.
3.- En la ruta de la desaparición, la Secretaría de Transporte en Puebla fue una inagotable fuente de riqueza inconfesable para quienes han despachado desde su principal oficina en la colonia La Paz. El combate a la corrupción debió comenzar ahí.