Perenne se llamó el primer toro lidiado en la remozada plaza de tientas del rancho Perennia, en los terrenos de San Miguel Baez, Tlaxcala, y por siempre perenne será el recuerdo de esa tarde en la hermosura del campo en las faldas de la Matlacuieyetl o Malintzi; toro de la ganadería de Zacatepec, de Bernardo Muñoz, para toreo a caballo por Horacio Casas, quien se presentó con cuadra completa, para cortar merecida oreja, toreando con el fondo musical del aria “El Toreador”, de la ópera Carmen, de Bizet. 
El segundo, de nombre A Todo Dar, se encontró con un Jerónimo pleno de inspiración, quizá influenciado por la grata presencia de infinidad de amigos, jóvenes empresarios e inversionistas que aplaudieron su faena de corte de dos orejas en el evento privado, presentación de ese nuevo paraíso para casas-chalets de campo. 
Cerró plaza y toreó a los acordes de “El Zopilote Mojado”, versión pautada de música clásica interpretada por la Orquesta Sinfónica de Tlaxcala, el “torero azteca” Juan Antonio Hernández, de México Bravo, Proyecto Canal 40, quien de verdad ha estado inspirado, ante un novillo de nombre Juan Camaney, de la casa ganadera Coyotepec, de José Ángel López Lima. Caía la noche, se encendieron las fogatas, las damas recibieron de obsequio chalinas para cubrirse del frio y los varones sombreros buenos de marca Izmu; todos ensombrerados y ellas en chales envueltas, para pasar a disfrutar de los buenos vinos, la buena charla, al calor de los troncos que pronto ardieron, todo de mano de los excelentes anfitriones que encabeza Mario Mendoza. 
Un día antes, por la noche en la corrida por el LXIX aniversario de la Plaza México, en maratónico y muy bostezable evento, somnolencia provocada por los de Barralva de pésima y vergonzosa presentación, e insoportable comportamiento. La fiesta de la festejada hubiera pasado “sin pastel” de no ser por el de regalo de cumpleaños, toro de Fernando de la Mora, que vino a salvar la noche, la celebración y el honor de los hatos ganaderos del campo bravo mexicano. Siendo lidiado de manera magistral —a su estilo— por un Sebastián Castella que en cada plaza que se presenta sale por todo. No podría irse sin el triunfo y se ha arropado al toro de regalo, en busca del triunfo, cosa que a punto estuvo de lograr realizando artística faena cumbre que muchos catalogan como de las mejores en las últimas temporadas, que echó por la borda al fallar con el acero.     
Dos días después, domingo en la población de Lázaro Cárdenas también en las mesetas del altiplano de ese vecino estado, donde Pablo Hermoso de Mendoza ha dado inicio a su temporada 2015, en tierras mexicanas; la gira del 25 aniversario del rejoneador que vino a revolucionar el toreo a caballo, toreando un festival a beneficio de Nuestra Señora de Ocotlán, su templo parroquial en esa población.       
Con su primero Lubincito, número 127, un cárdeno de Rancho Seco, de Sergio Hernández González, que iba, iba, a más y siempre pegado a los caballos toreros de Hermoso de Mendoza, quien bien se veía que de verdad disfrutaba su regreso a estas tierras, donde un muy buen clima le recibió, mientras en los aires la banda-charanda filarmónica se reventaba “EL sauce y la palma”, “Juan Colorado” y la marcha “Zacatecas”, para gran diversión y jolgorio del público feriante que literalmente abarrotó la plaza El Pilar, quedándose filas de gente que llenaban fuera de la plaza, las calles de acceso. 
 
Pablo Hermoso de Mendoza inicia gira en México para este 2015, y debuta montando a un “cuaco” de pura raza John Deere. 
 
Muy atento, derrochando profesionalismo, el rejoneador navarro, pendiente del arreglo del albero, en la funcional plaza El Pilar.         
 
Este negro zaino Lechugón es el segundo del lote para el caballero en plaza que la casa de toros criar Rancho Seco envió a la primera corrida de toros, excelente organización en Lázaro Cárdenas (Tlaxcala).
 
 
El caballero en plaza Horacio Casas torea a caballo al negro entrepelado de Zacatepec; al fondo, la Orquesta Sinfónica de Tlaxcala interpreta el aria “El Toreador”. Buen gusto y esplendidez en todo el marco de esta singular fiesta.
 
Portada del rancho La Perennia, en un paisaje que es un regalo a la vista.    
 
En la del 69 aniversario de la Plaza México, el galo Sebastián Castella ha obsequiado un séptimo de procedencia “Fernando de la Mora”, que ha sacado avante el festejo de aniversario.