1.- Algunos doscientos mil oaxaqueños todos de diferentes agrupaciones, todos con diferentes problemas, todos en actitudes belicosas con pelos, latas, botellas, una que otra pistola, encararon al ejército, a la policía federal, a la estatal, a las municipales que dieron la cara, e incluso a batallones de empleados mercenarios al servicio del gobierno oaxaqueño de esos días.
2.- El acto represivo fue coordinado por el gobierno federal, ejecutado por el mismo con éxito total.   La paz volvió a las calles y caminos de todo el estado. Desafortunadamente:    
a).- Después que el pequeño negocio que era prestado para el servicio turístico nacional e internacional, colapsó cerrando centenas de fondas, mesones, hoteles, pequeños talleres de artesanías, lanzando a miles de oaxaqueños a la calle sin empleo alguno.
b).- Cuando la movilidad en todo el estado había agotado los recursos $$$ de los pequeños concesionarios, pues despojadas eran casi a diario de sus autobuses o taxis para llevar gente a las concentraciones ya no anti gubernamentales, sino anti todo hacia la capital del estado.
3.- Lo de Atenco, se incendió porque sus propietarios mal pagados por pésimos expropiadores foxistas, incendiaron la mecha de la inconformidad de miles de sucesores de los antiguos pobladores del Valle de México
3.1.- Exhibiendo sus machetes llegaron a las principales avenidas del centralizador omnímodo que es el DF, para decir “no a lo expropiado”.  El acto represivo acusado de excesivo fue logrado exitosamente despejando calles, cerrando oficinas de inconformes, apresando a los líderes más conspicuos, pero esencialmente: Dejando sin efecto el acto expropiatorio, que era la petición social de los machetes alzados y descubiertos.
4.- Hoy el gobierno federal sin alharaca alguna ha comprado, está comprando y continuará adquiriendo a precios justos admitidos sin escándalos por sus dueños las tierras atenquenses necesarias para los fines desarrollistas gubernamentales.
5.- El sitio de Puebla durante 54 meses  no pudo organizarse pues los grupos inconformes contra diversos actos administrativos gubernamentales o legislativos, dedicaron sus esfuerzos grupales a evitar el daño contra sus intereses.   Moto-taxistas; propietarios de Azumiatla; juntas auxiliares sin manejo del registro civil de las personas; vendedores ambulantes; multados por violaciones fiscales, no tenían una razón superior que los aglutinara y mientras cada cuerpo de inconformes prosiga con la defensa de sus intereses nada se logrará  masivamente.

Nuestra casa

El “pichón” Eduardo García Suárez preguntaba en sus cátedras para amigos ¿Cuántos católicos hay en Puebla?; la contestación era parca: Millones. Y ¿Cuántos murieron en la Guerra Cristera? Muchos contestaban los presentes y él decía: Ninguno fue poblano. Así somos por qué semos.