A cuarenta días de la elección, el panorama electoral para los priistas de Puebla era más que desolador.
Nadie apostaba por un triunfo, en un escenario totalmente favorable para el gobernador Moreno Valle, quien de manera magnánima, le ofreció 3 distritos al PRI en un dadivoso acto político.
En ese escenario, a 40 días de la elección, apareció en Puebla la figura de Ismael Hernández Deras, como Delegado Especial del PRI en Puebla, reconocido como un experimentado operador político, afamado por sus éxitos electorales.
A su llegada, todos los priistas esperaban que llegara lanzando retos al gobernador, declarando una guerra al "poderoso" gobernador.
A diferencia de los anteriores, Ismael Hernández tomó como bandera de operación tres etapas.
En primer término, trabajó para cambiar el estado de ánimo de los priistas. De abandonados, ninguneados, negociados, huérfanos y perdedores; Hernández Derás cambió para anímicamente devolverles el sentimiento de ser parte de un partido triunfador.
Sorprendentemente, los priistas le compraron la historia y sintieron que eran capaces de ganar.
El segundo punto, fue revisar las estructuras para saber realmente en donde estaba parado; corrigiendo y operando en los distritos que no tenían ni pies ni cabeza.
Y por último, operó el día de la elección, en donde sabía que enfrentarse frente a frente con la estructura de Eukid Castañón y a las carretadas de dinero que caerían, era imposible competir, pero que haciendo una eficiente contención y una operación eficiente, se podían ganar distritos inimaginables.
Fue así como el duranguense la revirtió la elección, al gobernador que supuestamente es el más poderoso del país.
En esa lógica, sin recursos, ni estructura, Ismael Hernández vino a poner en jaque al poderoso Señor de los Cerros.
Ni más, ni menos.
Arriaga terminó ganando
El personaje que indiscutiblemente se convirtió en un factor político, el doctor Luis Alberto Arriaga.
Sin ganar, se convirtió en el candidato que más voto le dio a Movimiento Ciudadano en Puebla y en uno de los que más votos le dio a ese partido a nivel nacional, corroborando en buena medida al posicionamiento de este instituto político en el país.
Así las cosas, Arriaga se convierte en el natural dirigente estatal de ese partido, con el aval de un Dante Delgado que ya se dio cuenta del potencial político de este personaje.
Su postura como nuevo dirigente estatal, es un asunto de muy poco tiempo.
¡Ya lo verán!