En los primeros días de septiembre de 2012, en diferentes medios nacionales se publicó un desplegado de panistas poblanos que pedían al presidente del Comité Ejecutivo Nacional del PAN, Gustavo Madero Muñoz, el relevo del dirigente estatal del partido, Juan Carlos Mondragón Quintana.
La responsable de la inserción fue la diputada federal Blanca Jiménez Castillo, quien públicamentemostró su aspiración para asumir la dirigencia panista en Puebla. El documento firmado por consejeros, legisladores, funcionarios y alcaldes, todos afines al gobernador Rafael Moreno Valle.
Los firmantes exponen su inconformidad porque el CEN del partido ha manejado la posibilidad de prolongar por un año más la permanencia de Mondragón en la dirigencia estatal, con lo cual estaría al frente del partido para las elecciones locales de 2013, cuando se elegirán a alcaldes y diputados locales.
“…queremos externarle nuestra preocupación al observar ciertas señales de algunos actores políticos en las que percibimos la intención de prolongar el mandato de la actual dirigencia estatal”, dice el desplegado.
“Al respecto”, agrega, “queremos expresarle que desde nuestro particular punto de vista, existen plenas condiciones en el Estado tanto políticas como sociales para proceder al relevo estatutario de la dirigencia estatal que, como usted sabe, concluye su período en octubre próximo”.
Entre los panistas que firmaron el desplegado se encontraban Salvador Escobedo Zoleto, el senador Javier Lozano Alarcón, Ángel Alonso Díaz Caneja, Roberto Grajales Espina, Mario Riestra Piña, y los diputados federales Isabel Ortiz Mantilla, Néstor Gordillo Castillo y Julio Lorenzini Rangel.
Asimismo, aparecieron diputados locales y los alcaldes de Amozoc, Atlixco, Chignahuapan, Coronango, Cuautlancingo, Huauchinango, Pantepec, San Andrés Cholula, San Pedro Cholula, Tecamachalco, entre otros.
Con esa publicación, el morenovallismo inició una estrategia para descalificar a Mondragón Quintana y cocinar su revelo en el PAN estatal.
Nada pudo evitar el revelo de un dirigente incómodo para el morenovallismo. La división del panismo estaba marcada, pero el grupo en el poder lo minimizó.
Hoy, la estrategia vuelve a surgir pero en contra del dirigente estatal del PAN, Rafael Micalco. Los morenovallista no soportan la derrota que sufrieron el pasado 7 de junio y le quieren cargar la debacle electoral a Micalco.
Desde el pasado fin de semana, el grupo en poder empezaron a presionar a los consejeros estatales de Acción Nacional para que firmen una carta donde solicitarán a la Comisión Permanente la destitución del presidente estatal Rafael Micalco Méndez.
En el documento de marras lo acusan de no apoyar en el proceso electoral y porque no existe gobernabilidad en ese partido.
Fuentes consultadas por Intolerancia Diario indicaron que este lunes en la sesión de la Comisión Permanente pedirán la cabeza de Rafael Micalco. El argumento el mismo que expusieron los diputados locales el pasado 11 de junio: la presunta falta de apoyo en la campaña.
Podrá el morenovallismo quitar a un dirigente estatal incómodo. La primera ocasión pudieron quitar a Juan Carlos Mondragón Quintana porque mantenía todo el poder de un sexenio en pleno ascenso.
Hoy la realidad es diferente, el morenovallismo carga en su espalda la peor derrota electoral desde que están en el poder.
Veremos de qué cuero salen más correas.