El súper operador morenovallista Eukid Castañón armó ayer un borlote del tamaño de la catedral para lograr reventar la sesión en el Congreso del Estado, bajo la complicidad de los vendidos legisladores locales priistas.
¿El motivo?
Que un diputado soplón del PRI, les dio el pitazo tanto a Eukid Castañón, como a Jorge Aguilar Chedraui, anticipándoles que el diputado Verde Juan Carlos Natale, subiría a la tribuna para solicitar la renuncia del subsecretario de gobierno Fernando Morales, por las amenazas que se escuchan en el audio escándalo, escenificado por ambos personajes; y en donde —entre otras —lindezas— le dice: "Tú te metes en mi distrito y te parto la madre".
En puntos generales, además de exigir la renuncia del heredero mayor de Melquiades Morales, pediría imparcialidad al Procurador, para integrar la averiguación previa derivada de la denuncia penal por amenazas, que presentaría en su contra.
En resumen, ese es el motivo que provocó que el súper operador de cabecera del gobernador Eukid Castañón, decidiera reventar la sesión, pidiendo a sus diputados, incluidos los priistas a que abandonaran la sesión.
Si analizamos el tema que subiría a la tribuna Natale era un asunto menor; que dejaría de tener importancia mediática al instante en que terminara su discurso el diputado verde.
Así las cosas, armaron tremendo escándalo para evitar que subiera a tribuna un tema; sin darse cuenta que lo único que lograron fue subir a los medios un tema que no hubiera pasado de una discusión en la tribuna de 5 minutos, con la ventaja de que ni los dóciles diputados priistas defenderían el caso.
Ahora, Natale esperará pacientemente una nueva sesión, sabedor de que no le van a impedir subir a la tribuna durante los 3 años que le restan a la legislatura.
De esta forma, el ilustre operador logró una pírrica victoria, sabiendo que tarde o temprano deberán cederle la palabra.
Y ese día, en cuanto Natale baje del estrado, el caso quedará cerrado, sin que nada ni nadie pueda hacer algo para lograr que la petición del diputado verde progrese.
Lo que sucederá en la próxima sesión, será exactamente igual a lo que habría sucedido ayer, si la paranoia no hubiera traicionado al “poderoso” operador.
Eso es lo que sucede, cuando vives temiendo que una lluvia de celulares reboten en tu cabeza, tal y como le sucedió en la Casona de Los Fuertes, la noche que Eukid le salió a su jefe con su “domingo 7”.