Hace un año, el actual diputado perdedor Mario Rincón, en su calidad de secretario de Desarrollo Rural, Sustentabilidad y Ordenamiento Territorial, compareció antes los medios de comunicación, ahí anunció la desaparición del viejo esquema de los verificentros.
Primero fueron 43 los verificentrosclausurados.
La prolongada agonía y la persecución de la que fueron objeto los verificentrosen Puebla acabó cuando funcionarios estatales, en rueda de prensadesde Casa Aguayo, le dieron la puntilla a los centros de revisión vehicular concesionados anunciando la extinción del programa de verificación vehicular en el estado de Puebla justificándose en el convenio de la Comisión Ambiental Metropolitana (CAME).
Nada impidió la exclusión de los empresarios poblamos del negocio de la verificación vehicular. Los propietarios  en diversas reuniones con funcionarios estatales ofrecieron mejorar la tecnología de sus instalaciones y se mostraron dispuestos a corregir sus irregularidades. 
Incluso, la Asociación de Verificadores Automotrices de Puebla exigió al gobierno del estado “frenar” el cierre de los verificentros de la ciudad de Puebla, porque a decir de su presidente, José Luis Góngora Calvario, los supervisores de la Dirección de Inspección y Vigilancia de la Secretaría de Desarrollo Rural, Sustentabilidad y Ordenamiento Territorial clausuraron 20 de los 43 centros que existen en la ciudad de Puebla: “Recibimos de cuatro a cinco visitas al año; estamos de acuerdo, es algo normal, pero no estamos de acuerdo en la formaen que hacen la verificación y el dictamen que los lleva a clausurar”.
Durante este proceso no hubo información para los propietarios de verificentros.
La determinación estaba tomada el negocio se les arrebataría a los poblanos para dar paso a la llegado de los capitales nacionales.
A la víspera de la extinción del programa de verificentros solamente quedaban siete centros funcionando en la ciudad de Puebla, lo que generaba grandes hileras de vehículos y que los automovilistas apartaran lugares desde muy temprano para alcanzar a verificar sus automotores.
Fue el presagio de los que poblanos viviríamos a finales de 2014. Cuando el nuevo sistema de verificación vehicular resultó ineficiente e inoperante.
A un año de la exclusión del capital poblano del sistema de verificación vehicular, el servicio se mantiene entre alfileres y tuvo una víctima política: Mario Rincón, que no pudo ganar la diputación federal y se tuvo que conformar con la diputación local.