El lunes 6 de julio, Gabriel Hernández Escamilla, de 54 años de edad, líder religioso de la junta auxiliar de Villa Ávila Camacho y abogado penalista, fue levantado por un grupo armado cuando circulaba a bordo de su automóvil, un Nissan tipo Tilda, placas TZG-3664, sobre la carretera federal México-Tuxpan.
El abogado había salido de su domicilio y presuntamente se dirigía a ver a uno de sus clientes.
Quienes se enteraron del secuestro saben que la familia del abogado ha recibido llamadas amenazantes y el mismo temor los llevó a aislarse de familiares y conocidos.
El vehículo Nissan tipo Tilda que manejaba el abogado al ser secuestrado apareció cerca de la población de Petlaloya, del municipio de Huauchinango, y fue asegurado por elementos de la Policía Federal, quedando a disposición del Ministerio Público de Huauchinango.
Tras el secuestro, intervino la Procuraduría General de Justicia (PGJ), a través de la Dirección General de Atención a Delitos de Alto Impacto (DGADAI), quienes realizan las investigaciones correspondientes.
Del secuestro de Gabriel Hernández Escamilla, sólo se sabe que en estos momentos sigue en poder del grupo de plagiarios y las esperanzas de que sea rescatado con vida se están agotando.
En la zona de Huauchinango y Xicotepec de Juárez, se movilizan cédulas del crimen organizado.
Los delitos de secuestro, extorción, robo en ductos de Pemex, homicidios, son el tema principal de las pláticas entre los habitantes, que no descartan que los cuerpos de seguridad ya hayan sido comprados.
En uno de los puntos donde más se ha desatado la violencia se encuentra Venustiano Carranza, donde ni la presencia del Ejército y de la Marina hanpodido contener las ejecuciones, levantones, secuestros y asaltos, entre otros.
Se trata de zonas consideradas "calientes", donde la criminalidad aumenta mientras que esta administración de gobierno comienza a fallecer.
Son "herencias morenovallistas".
Acatzingo, zona insegura
En menos de un mes, en el municipio de Acatzingo se han registrado por lo menos tres enfrentamientos entre miembros de la delincuencia organizada, de los que se dedican al robo de hidrocarburos y elementos de las corporaciones policiales poblanas, entre estos la Policía del Estado.
El saldo ha sido de dos detenidos, además de cuatro uniformados heridos.
Acatzingo es la zona donde el Ejército, personal de Seguridad de Pemex, además de la Policía del Estado han asegurado más cantidad de hidrocarburo robado.
Donde se han detectado grupos delictivos cuyo alcance llega a Amozoc de Mota, Cholula y San Martin Texmelucan, además de Tecamachalco, Ciudad Serdán, Palmar de Bravo, Tehuacán y otros más.
Es donde se han asentado organizaciones delictivas para operar en todo el estado, donde los líderes son hombres y mujeres, provenientes de Veracruz y de Tamaulipas.
Donde las ejecuciones son constantes.
Donde la corrupción abraza a autoridades de todos los niveles, principalmente jefes policiacos.
En Acatzingo se encuentra el porqué del desabasto de gasolina en Puebla.
Los decomisos ni siquiera se equiparan a todo el robo de hidrocarburo.
La balacera en Chignahuapan
La tarde del sábado, personal de la Policía Ministerial adscrita a la comandancia de Chignahuapan dio cumplimiento a la orden de aprehensión en contra de Ubaldo Vázquez Domínguez, el sujeto que el 10 de noviembre del 2013 asesinó a José Corral Blanco.
Se lo encontró en una caseta telefónica, le disparó en siete ocasiones y cuando estaba en piso le dio otros dos balazos como "tiro de gracia".
Ubaldo era trasladó al Cereso de Chignahuapan cuando la unidad de la PME fue embestida por otra camioneta.
En esta unidad viajaba Daniel Vázquez Domínguez, quien es comandante de la Policía Municipal, además de hermano de Ubaldo, el detenido por el homicidio violento.
Este sujeto efectúo varios disparos para amedrentar a los investigadores, pero estos se bajaron y le hicieron frente, desarmándolo de inmediato
El comandante también fue detenido y éste fue presentado ante el Ministerio Publico.
No faltó quien dijo que el comandante de la municipal ya le había "entrado" para que su hermano no fuera detenido.
Pero cambiaron comandante y nadie le avisó.
Nos vemos cuando nos veamos.
