1.- El señor secretario de la SHCP, de la Nación Mexicana, anunció desde hace meses que utilizaría su alta dependencia administrativa el método de Presupuesto Cero para crear el Presupuesto Federal de Egresos del año entrante.
2.- Para los no ajenos al tema, aunque no seamos ni Guillermo Prieto —dos o tres veces Ministro de la Hacienda Pública en las Guerras de Reforma—, ni el Conde de Kératry —cuando mandaba el emperador Maximiliano de Habsburgo —, ni mucho menos Don Antonio Ortiz Mena —el creador del milagro mexicano, conocido como el Desarrollo Estabilizador—, pretendemos saber que desde 1821 con excepción Ortiz Menista, nuestra hacienda —impuestos, derechos y servicios—, ha sido simplemente recaudatoria no hacendaria.
3.- Sí aplicamos ejemplarmente el manejo administrativo de las haciendas exitosas del pasado lo recaudado servirá para el Desarrollo Nacional en forma de inversión, pues hasta la fecha sigue siendo gasto sin provecho ni retorno alguno para los causantes de todo jaez.
4.- Ideal será que la anacrónica redacción de boletines carentes de la dependencia responsable, se transforme en plena era de la Social Media —redes—, en documentos sustantivos, redactados para la inteligencia nacional común y corriente, y no abuse de mensajes con notas para disminuidos neuronales.
5.- La realidad nacional nos obliga a ser congruentes. Desaparecer oficinas monstruosas en tamaño duplicadoras del costo administrativo; evitar caprichos de los jerarcas de partidos políticos convertidas en obras públicas ajenas a la planeación democrática; gastar innecesariamente para no confrontar con parcelas de poder. En estos críticos días es buscar el suicidio gubernamental.
5.1.- La hacienda administrada en forma inteligente tiene que dar cauces amplios para la creación de empleos, la elevación de toda la producción de todas las ramas, campo libre de trabas para la exportación, impedir la competencia desleal con la basura existente en el mercado nacional, y sobre todo lograr la vinculación ciencia y tecnología de nuestros centros de educación superior con empresas y negocios locales e internacionales.
La hazaña de Videgaray
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