Durante el tiempo que Alejandro Santizo Méndez fue director de la Policía Estatal, el teniente Marco Antonio Estrada López—en prisión por robo de combustible de Pemex— hizo mancuerna con el actual director de la policía municipal de Puebla Paulo César Quiroz Martínez, el mérito que tuvo el actual director de la policía municipal fue haber sido chofer de la esposa de Alejandro Santizo, pues de policía 3º. (Cargo que ocupaba en la policía federal) paso a ser director de la cuarta ciudad más importante a nivel nacional.
Cuando esta tercia de uniformados se encontraba dentro de las filas de la Secretaria de Seguridad Pública Estatal hicieron de las suyas, pues siempre tuvieron el manto protector de Facundo Rosas Rosas y además era bien sabido por todo el personal que los operativos que instalaban dentro del municipio de Puebla y en las zonas conurbadas (las Cholulas) únicamente era para extorsionar sopretexto del operativo alcoholímetro y si encontraban algo más (drogas y/o armas) los delincuentes solo eran puestos a disposición con la mitad de lo que se les encontraba y el resto era guardado con la finalidad de ser utilizada para sembrar drogas o armas a los detenidos.
Tras la salida de Santizo Méndez y después del fallido desalojo de Chalchihuapan, que dirige Facundo Rosas Rosas y que ejecuta el teniente Marco Antonio Estrada López con sudirección de grupos especiales y recién nombrado director general de la Policía Estatal empieza a tejer su red de complicidades y como primer punto empieza a entenderse con el encargado de recursos humanos Adrián Coyotl, quien se encarga de negociar los cambios de adscripción, comisiones, incapacidades, permisos.
Por citar solo un ejemplo, Adrián Coyotl elegía al personal que no era de su agrado para mandarlos a una base de operaciones, respecto al personal de vialidad cuando eran mandados a una base de operaciones al interior del estado les cobraba la cantidad de 15 mil pesos para regresarlos nuevamente a la ciudad de Puebla y mantenerlos en un servicio más tranquilo.
Adrián Coyotl junto con el oficial Medardo Rodríguez, este último responsable de despliegue territorial, eran los encargados de proponer a jefes de bases de operaciones y delegados de vialidad a quienes les cobraban la cantidad de 25 mil pesos, dinero que era entregado a Estrada López quien autorizaba los nombramientos de los nuevos jefes.
Con la autorización de Estrada López, Adrián Coyotl mando a instalar vallas perimetrales a la entrada de las instalaciones de la PEP para que el personal que llegara después de las 07:45 horas fueran sancionados con descuentos por conceptos de retardos, cuando la entrada del personal administrativo es a las ocho de la mañana.
Ya con los retardos dicho personal eran llamados por Adrián Coyotl quien solicitaba las cantidades de 300 y 500 pesos, según fuera el caso para no afectarlos en sus expedientes de no entregar estas cantidades se les sanciona con actas administrativas y descuentos  por acumulación de retardos cuando es bien sabido que no puede sancionar dos veces por el mismo motivo.
Adrián Coyotl hizo de recursos humanos su mina de oro, jactándose en decir que es el dueño del personal, ya que de él depende que sean cambiados de servicio, horarios o peor aún fueran anotados en la lista negra para darlos de baja con el pretexto de no haber aprobado el examen de control y confianza.
Ante la llegada del nuevo director general, Adrián Coyotl asegura que se mantendrá en recursos humanos debido a que conoce perfectamente al funcionario de quien presume tener una añeja amistad la cual lo llevo a comisionarse como instructor de educación física en la academia de  policía, cuando el actual director general fungía como subdirector administrativo pues fue el quien lo recomendó para que permaneciera comisionado por más de una década, permitirá el nuevo director general que esta clase de atropellos continúen sucediendo en recursos humanos.