1.- Elmo Olavarría Vargas, demoscopista de corte nacional, nos regala parte de sus conocimientos y experiencias logradas en dos décadas de ejercicio como vendedor de productos político-electorales para el “mercado potencial del voto”.
a).- Las encuestas pueden ser falsas o verdaderas.
b).- Serán subjetivas y atadas a intereses bastardos (mentira manipulación, o perversidad), las primeras.
c).- Las segundas, limpiamente levantadas, valdrán como fotografía instantánea. Nada más sirven para medir hasta ese levantamiento, y usar (dice el experto) como herramienta de partida para corregir acciones, hechos o sucesos en campaña.
d).- Las falsas o tendenciosas generalmente se usan ante la ignorancia del cliente, el cual desde el primer día que contrata el trabajo, desea con el alma estar ganando. Ya, las elecciones.
e).- Nos aclara el señor Olavarría que esto no acontece en las empresas dedicadas al consumismo, pues una sola falla destruiría la venta de millones de productos, y con ello el desprestigio profesional de la empresa contratada.
f).- Aunque existen algunos (as) capaces de vender su alma al diablo por una lana, aunque dañen profesionalmente a este hacer tan especializado.
g).- Tal comportamiento inmoral lo ejercitan simplemente vendiéndole al cliente lo que pida, de acuerdo con su lenguaje corporal o el movimiento de la retina de sus ojos.
2.- Con levantamientos demoscópicos, las instituciones serias van caminando al lado del ciudadano íntegro, midiendo sus intereses que favorezcan la gobernación, la gobernanza y la gobernabilidad.
2.1.- Estas averiguaciones entre el gran público o la gran masa de vecinos, determina acciones concretas del hacer diario gubernamental.
3.- Las de corte político-electoral son más complicadas, pues en campañas los grupos seguidores ignorantes totales de estas herramientas, no las respetan, no las acatan, y “como los pendejos hacen solo pendejadas”- frase muy conocida-, alejan de la estrategia opciones importantes para alcanzar el éxito.
4.- Vestido a la antigua, antes del “Fin de las civilizaciones” del señor Francis Fukuyama, que anunció en occidente la “muerte de las ideologías” o su desaparición, no nos dijo sí, temporal o definitivamente, insisto en la necesidad de unir el “capital político” de los candidatos al “capital electoral”.
4.1.- El primero está elaborado en base al trabajo de campo del partidario o militante, enel poder ejecutivo, o en el legislativo y “Oh Alláh” ojalá, algún día en el ejercicio abogadil como Guillermo Pacheco Pulido o Carlos Manuel Meza Viveros.
4.2.- El denominado “capital electoral” será el caudal de:
a).- Presencia universal entre el electorado.
b).- Acompañamiento de Recursos Humanos calificados como inductores o promotores del voto.
c).- Su capacidad discursiva (de discurriré – pensare).
Y antes que nada, sobre todas las cosas que sea congruente con sus compromisos sociales.
Gracias Elmo.
Nuestra casa
Debemos tener excesivo cuidado con las Instituciones Republicanas de Salud. El privatizar ciertos servicios debe mejorar al 100% la calidad de los mismos.