El primer spot directo de la guerra sucia lo recibió Blanca Alcalá y está firmado por el PAN.
“Blanca se la pasó en blanco”, culmina el anuncio pautado por Acción Nacional, después de preguntar a un grupo de personas si recuerdan alguna obra que haya hecho Alcalá cuando fue presidenta municipal.
La autoría institucional es del PAN, aunque un tuit de Marcelo García Almaguer descubrió al autor intelectual.
En respuesta, apareció de inmediato un spot en redes sociales, el cual compara a Tony Gali con la mascota del gobernador, haciendo mofa de la obediencia hacia su jefe político.
Por los tiempos en los que aparece el ataque a Gali, resulta lógico pensar que este es una respuesta directa a la campaña pautada contra Alcalá.
Hay que recordar que los tiempos para que el INE suba un spot no son de horas, sino de días y para poder responder a un ataque directo, a través de un anuncio pautado en televisión abierta, es de varios días.
En esa lógica, la respuesta tricolor hace pensar que también traen parque y que el lodazal amenaza con salpicar a propios y extraños.
Lamentablemente, ese es el nivel de las campañas y el spot contra Blanca y la respuesta contra Tony parecen ser sólo el inicio de una guerra sin tregua ni cuartel.
Quienes esperaban una campaña de altura y propuestas, parece que se quedarán esperando.
La doble moral de Casa Puebla
Después de la cancelación del concierto de Gerardo Ortiz en el palenque de la Feria de Puebla por haber escenificado un video donde golpea y asesina a una mujer por una infidelidad, lo cual fue interpretado por el gobierno del estado como una promoción de los feminicidios, pocos se detuvieron a pensar que en esa misma lógica, una de las cantantes que también se presentarán en ese mismo palenque, estuvo presa por la presunta comisión de los delitos de abuso, violación y secuestro.
En esos absurdos arranques que le caracterizan al gobierno poblano, decidieron cancelar la participación del polémico cantante de banda, quien aparece en el video de la canción “Fuiste mía”, golpeando y asesinando a una mujer, a quien descubre poniéndole los cuernos.
Más allá de que se trata de una historia que evidentemente está relacionada con la letra de la canción, resulta temerario asegurar que este video promueve los feminicidios.
Si con esa medida juzgaran las telenovela, series y películas que se transmiten en la televisión mexicana, tendrían que censurar la mitad de la programación de Televisa y TV Azteca.
De esta forma, el gobierno decidió bajar de la cartelera a Gerardo Ortiz, a quien prácticamente le dieron un trato de delincuente, como si el asesinato se hubiese sido concretado no en un video, sino en la vida real.
Como parte de la doble moral morenovallista y suponiendo que serían criticados por traer a un cantante desalmado como Ortiz, decidieron cancelar su presentación, pero olvidaron que un día antes se presentaría en ese mismo escenario la cantante Gloria Trevi.
Y me podrán decir que pese a las evidencias que vincularon a la integrante del clan Trevi-Andrade, ella fue absuelta y que no hay delito que perseguir en su contra, lo cual es jurídicamente válido, pero al igual que ella, Ortiz tampoco es un delincuente.
Lamentablemente, para el Señor de los Cerros resultó más fácil prohibir un concierto, que emitir la alerta de género por los múltiples homicidios cometidos contra mujeres poblanas.
Y es cuando los poblanos debemos preguntarnos: ¿cuántas muertes de mujeres se habrían evitado si el gobierno del estado hubiera emitido la alerta de género con la misma celeridad que cancelaron el concierto de Gerardo Ortiz?