1.- Tardó 30 años Melquiades Morales Flores en ser gobernador. Arrancó desde que lo postulamos para ser presidente juvenil del PRI, compitiendo contra el hijo de uno de los hombres más pulcros de la casta política local y le ganó al vástago.
1.1.- Como representante juvenil —que no líder, pues en el PRI no hay líderes por costumbre ancestral—, destacó personalmente con las tareas obligadas en cualquier hacer de cualquier organización política partidaria o social.
1.2.- Hizo mantas, distribuyó volantes, organizó porras, fue de avanzada mil veces, transportó militantes, en fin, fue eslabón en la cadena de transmisión.
Arrancó desde los días del partido único hasta llegar a los días cuando se asomó la democracia electoral en Baja California Norte, que incluso ahora el PRI gastando 50 millones de dólares no pudo recuperar el mando estatal que ejerce el PAN.
2.- Su gubernatura debe verse nacida, a partir de su vinculación rural, desde cuando México tenía en las áreas campesinas asentados al 38-42 %. Hoy va del 18 al 22 % del campesinado.
3.- La leyenda del voto verde fue una realidad ahora desvanecida, pues la base campesina pletórica de lealtad a los postulados de la Revolución Mexicana, ahora se pliega a la compraventa de su voto, vistas las materiales necesidades de la diaria sobrevivencia.
3.1.- Este ejercicio de comercio electoral proviene del pasado, pero a últimas fechas ha contaminado, incluso a los agrupamientos tejidos bajo órdenes espirituales, y ya no se diga entre algunos dueños del dinero.
4.- Melquiades Morales Flores ejerce el poder durante dos trienios. En ellos favorece como cualquier: El caíd, sultán, sátrapa, cacique, gobernador o presidente, a sus privilegiados amigos, cómplices, seguidores, quereres, recomendados, o coasociados.
4.1.- Técnicamente a 217 alcaldes, a decenas de diputados locales y federales y aproximadamente a 2 mil seguidores y síndicos, más otros miles de trabajadores en forma indirecta.
4.2.- Es así, que su ejército —entre ellos yo, como funcionario muy menor—, en 2010 suman los batallones a más de 5 mil combatientes, que con fidelidad irán donde se les ordene.
4.3.- Su aportación al doctor Rafael Moreno Valle Rosas como aliado la ignoro. Pero falta hizo su fama pública al lado nuestro.
5.- A final de cuentas sin incomodar ¡Dios me libre! Al ejecutivo estatal, aspirante partidario a la primera magistratura, alumno fue desde su más tierna edad, como nieto del protector melquiadista, además de vinculado por lazos afectivos a la familia de su impulsor.
5.1.- Y en otro orden de ideas: “que duele más la carne que la uña”; o bien los “perros chicos nada sabemos de los orígenes de las contiendas entre perros grandes”.
6.- El valor político del Gran Melquisadec descansa:
a).- Militancia partidaria.
b).- Trabajos nacionales actuales.
c).- Vinculación generacional a extodo: alcaldes; diputados locales o federales; seguidores; síndicos; constructores; proveedores; asesores; líderes religiosos, más comerciantes.
7.- En cuanto al peso político de sus parientes legales, consanguíneos, o diversos, seguramente sus seguidores —si los tienen— sabrán de su valor en votos.
8.- Tócale a Jorge Stefan, a Armenta Mier, a Jiménez Merino, a cualquiera que esté cerca de la candidata tricolor, que sepa de estrategias electorales: usar al compañero de partido citado para recoger su capital político convertido en votos.
No basta con que diga que apoya a Blanca Alcalá: “Que obras son amores y no buenas razones”.
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Se fue Honorio Isidro Ojeda Lara. Ahí te alcanzamos para hablar sobre Desarrollo Municipal.