Dicen que en la política no hay amistad, solo intereses. Y Javier Lozano Alarcón es la muestra palpable al traicionar no solo a quien le salvó su vida política, proyectándolo de la nada, a ser secretario de estado.
No hay que olvidar que Javier Lozano Alarcón compitió en 2000 con los colores del PRI por una diputación federal en Puebla, alcanzando el peor resultado de todo el país respecto a la votación nacional.
Tras el triunfo de Vicente Fox, Lozano no tuvo empacho para traicionar al partido que sin mayores merecimientos le obsequió una candidatura a diputado federal, dejándose arropar seis años después por Felipe Calderón Hinojosa, quien lo mantuvo como secretario del Trabajo, pese a los conflictos que le generó con sindicatos como el minero, donde el hoy senador poblano quiso perseguir a Napoleón Gómez Urrutia sin pruebas, tal y como lo resolvió la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Calderón Hinojosa también le perdonó los enfrentamientos que tuvo con el sindicato de electricistas y que generaron apagones en algunas zonas del entonces Distrito Federal, Sierra Norte y parte del Estado de México, y ahora el senador no duda en morder la mano que le dio de comer, atacando a su esposa, Margarita Zavala.
En 2012, al ver que el PAN perdería la elección a la Presidencia de la República, se refugió con Rafael Moreno Valle, quien lo hizo senador de la República bajo la eterna sospecha de un arreglo electoral la noche de la elección, ya que nadie se explica cómo ganó Andrés Manuel López Obrador el estado de Puebla, mientras la fórmula al senado por las izquierdas fue relegada al tercer lugar, metiendo el PRI dos senadoras y el PAN a Lozano.
Ahora que su ambición es la de buscar la gubernatura de Puebla, se siente obligado a mostrarle sus "lealtades" a Rafael Moreno Valle, por lo cual —fiel a su naturaleza— decidió atacar a Margarita Zavala, luego de que una encuesta publicada por El Economista revela que al interior del PAN, la esposa del expresidente Calderón tiene 60.5 por ciento de las preferencias, contra 14.3 por ciento del gobernador.
Con su característico cinismo dijo que Margarita Zavala es su amiga desde hace más de 30 años, y recordó que desde 1981 conoce a Felipe Calderón, quien fue su compañero en la Escuela Libre de Derecho, y de pronto lanzó los dardos en contra de la panista para desprestigiarla.
Javier Lozano señaló que Margarita Zavala tiene popularidad y buenas intenciones, pero lo que se requiere es que haya capacidad para gobernar. Poco le faltó para decirle a su "amiga" que es una mujer tonta.
Insistió que no tiene experiencia en la administración pública, que nunca ha desempeñado un cargo de elección popular ni ha ascendido como él y Rafael Moreno Valle lo han hecho.
En pocas palabras, Javier Lozano le pintó cremas a la familia Calderón.
Bastaba decir que la respetaba y no haría comentarios por ser una dama y una amiga, pero como buen morenovallista, mostró que hay que ser misógino para estar en el clan.
Ese es el problema de meter a un ordinario chivo en una cristalería.