Las necesidades de las familias, de las comunidades y de los sectores productivos no se encuentran en los contenidos educativos. Por ello, formar líderes que resuelvan los problemas y necesidades actuales, pero que además puedan prever los del futuro, es una de las más grandes urgencias pendientes de la política educativa nacional. Por ello afirmo que, el cómo atender los grandes problemas nacionales, es el pendiente de la política pública mexicana.
En ocasión de mi participación en el Foro “Políticas Públicas para el Desarrollo de las Comunidades”, organizado por la Comisión de Autosuficiencia Alimentaria de la Honorable Cámara de Senadores, la Unión de Trabajadores del Campo (UTC) y la Fundación Universidad Autónoma Chapingo, tuve la oportunidad de compartir con los asistentes estas reflexiones.
Muchos de los problemas existentes en las comunidades los conocí desde 1960 por razones naturales de mi origen. Algunos se han resuelto aunque de manera parcial, pero muchos se han agravado porque no se han incorporado a los contenidos educativos y, consecuentemente, tampoco forman parte de las políticas públicas implementadas por el gobierno.
Es importante resaltar que en México, si 80 de cada 100 trabajadores no tienen estudios universitarios, podría esperarse una mayor promoción a la educación técnica, a las artes y los oficios, y debería estarse discutiendo la creación de un Sistema Nacional de Innovadores, en iguales o mejores términos que el Sistema Nacional de Investigadores (SIN), para impulsar la creación de inventos patentados como lo reclama el desarrollo nacional.
En el mismo marco, también se deberían estar apoyando la identificación y desarrollo de talentos en los jóvenes; la formación de recursos humanos mejor preparados, así como profesionistas más pertinentes; la incorporación de la educación alimentaria, ambiental y financiera como obligatorias; además de la información necesaria respecto al cambio climático y sus consecuencias, todo ello, en los contenidos educativos. Respecto a la teoría, ésta se debería de reducir para dar una mayor importancia a la práctica en la formación de los futuros profesionistas. Sin embargo, es algo que aún no se ve.
Paralelamente a todo lo anterior, necesitamos formar líderes. Estudiantes del último semestre, tanto de nivel técnico como de licenciatura, que hagan estancias por periodos de 1 a 4 meses que les ayuden a prepararse en problemáticas específicas, dentro de instituciones o empresas nacionales y/o de países líderes, respecto a temas relacionados con sus carreras para que al egresar sean ellos quienes dirijan el desarrollo de las comunidades y regiones.
De acuerdo con Mancur Olson, economista y sociólogo estadounidense, las naciones producen dentro de sus fronteras no aquello que la dotación de recursos permite, sino aquello que las instituciones y las políticas públicas determinan.
Política pública, en diferenciación con Programa de Gobierno, es la atención de un problema público, bien delimitado, en donde hay participación de la población beneficiada; por su parte, esta última es una facultad del Ejecutivo para crear acciones a problemas específicos, reales o supuestos.
Los grandes problemas de México
Los grandes problemas en México todavía siguen siendo la pobreza, los bajos ingresos, la baja productividad, la inseguridad alimentaria, la pérdida de suelo y la falta de agua, el deterioro y contaminación ambiental.
La desnutrición, el sobrepeso, la obesidad, diabetes, embarazos a temprana edad, la migración y problemas fronterizos, la inseguridad pública, el cambio climático, entre otros, y es una dura realidad ya comprobada.
Sin embargo, hay otros tema que se vuelven un conjunto de problemas que se agravan en el día a día tales como la pérdida de suelo fértil, su contenido de materia orgánica y su capacidad productiva que se reduce aceleradamente ante una creciente demanda de alimentos.
Asimismo, la pérdida de agua en el subsuelo, la contaminación de suelos y aguas, el incremento de contaminación por aguas residuales y residuos sólidos, la deforestación, el sobrepastoreo de terrenos y la merma de las especies de mayor valor, la pérdida de especies acuícolas y animales silvestres, las plagas y enfermedades que adquieren resistencia a los agroquímicos, y los fenómenos meteorológicos que cada vez son más inciertos e intensos, son temáticas que hay que priorizar.
No debemos apartar la vista de que cualquier comunidad necesita de agua, energía eléctrica, vías de comunicación, escuelas para desarrollar las capacidades de la gente así como las condiciones elementales para una convivencia armónica que promueva su crecimiento, desarrollo y progreso.
A la par, las personas necesitan agua, alimentos, ingresos, vivienda, salud y las condiciones para desarrollar al máximo su potencial intelectual.
Director del Centro Internacional de Seguridad Alimentaria
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