El barrio de La Villita que se ubica en el centro de la ciudad de Tecamachalco, el domingo fue centro de atención de noticiarios locales y nacionales.
Una bodega donde se ocultaban camionetas posiblemente robadas, así como hidrocarburo de dudosa procedencia, explotó y después se incendió.
Bomberos, militares y policías hicieron acto de presencia para controlar el incendio y evitar que no alcanzara casas vecinas.
La otra historia es primero una pregunta.
¿Qué hacía una bodega clandestina donde se almacenaba hidrocarburo robado en pleno centro de la ciudad, sin que nadie se diera cuenta?
Antes de que esta pregunta sea contestada, le comento que en Tecamachalco funcionan 40 cámaras de seguridad y algunas de ellas tienen la ubicación de este barrio.
Luego entonces, debieron haber notado la actividad de camionetas de dudosa procedencia que circulaban trasladando hidrocarburo y todos se quedaron callados.
Por tontos o por corruptos.
Hay algunos que aseguran que quienes circulan sus vehículos con hidrocarburo robado por las calles de Tecamachalco, lo hacen con toda tranquilidad, por una sola razón.
Pagan mil pesos a un altísimo funcionario de ese municipio para que ordene que no los molesten, por camioneta.
Y este funcionario es tan alto, en ese municipio, que no hay quien lo pueda desobedecer.
Y las camionetas con hidrocarburo pasan como desfile.
¿Cuántas bodegas clandestinas habrá en la zona de Tecamachalco que "pagan piso" para que no sean molestados?
¿Por qué en la ciudad de Tecamachalco no hay operativos contra huachicoleros?
¿De a cómo
Presidentes municipales corruptos
Otros ediles estarían involucrados en la protección a huachicoleros.
Cobran entre 800 y mil pesos a los vehículos que transportan gasolina robada y que circulan por las calles de su municipio y muchas veces se quedan.
Estos presidentes municipales son los que no se quejan por la inseguridad.
Juran que en sus municipios se respira la tranquilidad y la armonía.
Todos están contentos, desde malandros hasta autoridades.
Los municipios donde en forma reciente se ha desatado la violencia son: Tecamachalco, Palmar de Bravo, Ciudad Serdán y Quecholac, donde las bandas de ladrones de combustible se enfrentan para controlar lo que ellos consideran "su plaza".
Los grupos en pugna son de Veracruz, Michoacán, Jalisco y Sinaloa.
Y todos estos grupos han comprado las conciencias de jefes de las policías municipales, las del estado, las federales, con un sólo propósito, para que les brinden protección y les permitan su presencia y también para que acaben con las bandas rivales.
En esta administración de gobierno que está a punto de concluir resalta la corrupción de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado (SSPE) para la protección a este grupo de delincuentes.
Tanto así, que un secretario se vio obligado a renunciar y a salir con con la cola entre las patas y el mismo jefe de policía y un subalterno aun permanecen en prisión.
Por cierto, del Grupo de Operaciones Especiales (GOES).
Y las historias continúan.
Nos vemos cuando nos veamos.