El lunes, la Procuraduría General de la República (PGR), habría informado del desmantelamiento de una red de trata de blancas que operaba en diversos puntos del país, principalmente en Puebla, y colocó al estado en segundo lugar de casos de prostitución, muy por encima de Tlaxcala, donde solo una población, Tenancingo, agrupa el punto principal donde operan lenones y tienen casas de seguridad, además de que ocultan a sus víctimas.

La sola mención de que Puebla estaría en segundo lugar en el delito de trata de personas debió haber sido un golpe directo al gobierno estatal, que en toda esta administración ha presumido y presume ser quien más ha atacado a las redes de la prostitución tanto infantil como de mujeres y varones.

Pero no es cierto.

En Puebla operan redes de prostitución que ofrecen sexoservicios a domicilio, valiéndose de todos los medios de comunicación, por radio, televisión, periódicos, internet y redes sociales.

Las acompañantes son desde menores de edad, presuntas amas de casa, jóvenes, que al momento de ser trasladadas en vehículos para "su encuentro", son custodiadas por hombres armados, supuestamente para verificar su seguridad, aunque también las cuidan para que no intenten escapar.

Y estos grupos de lenones han alcanzado tanta fuerza en Puebla que actualmente son propietarios de negocios "legalmente" establecidos, a los que han denominado "casas de masajes", de los que se dice gozan de toda la protección de la Fiscalía General del Estado (FGE), a través de la Agencia Estatal de Investigación (AEI), con la venia del mismo director.

Uno de los propietarios de las cadenas de casas de masajes es Ernesto Roldán Cruz, quien se hace llamar Gerardo o Pica Piedra.

Este hombre, de acuerdo con denuncias anónimas de mujeres que han sido sus víctimas, paga a altos mandos de la Policía Ministerial para que no sean molestadas las casas de seguridad, donde se ofrecen masajes con sexoservicios, ya sea en ese negocio o a domicilio y a cualquier estado.

Una de las casas de este personaje se ubica en la 26 Sur 305, a solo 150 metros de la Subsecretaría de Seguridad Pública del Estado.

Justo frente donde la Policía del Estado realiza sus retenes personales.

De esta casa salen vehículos con escoltas que trasladan mujeres, incluso, menores de edad, a domicilios donde ofrecen sexoservicios.

Las mujeres que son llevadas a domicilios son custodiadas desde que entran hasta que salen llevando el dinero del "contrato", que les es arrebatado por sus guardianes.

Otra casa propiedad de este mismo hombre es la que se ubica en la 2 Sur 5514, de la junta auxiliar de San Baltazar Campeche.

Esta casa se encuentra a solo unos metros del Colegio Oviedo Schonthal y padres de familia y alumnos son testigos de la entrada y salida de mujeres que estarían siendo obligadas a ejercer la prostitución y que son escoltadas por sujetos que no les permiten ir a ningún otro lado que a donde fueron contratadas.

¿Es o no trata de personas?

Nos vemos cuando nos veamos.