1. El señor secretario de la SHCP manifestó hace días:
1.1. “El impuesto predial podría ser un espacio para incrementar los ingresos públicos”.
1.2. “En México, el impuesto a la propiedad es poco importante y es un área de oportunidad para que hagamos mejor las cosas. Nuestro principal hueco fiscal está en el predial”.
1.3. “En México se recauda 0.2 % del PIB por el predial. En el resto continental de origen hispano es de 1.7 %. En la OCDE es 2.2 %. En Estados Unidos es 3.2 % y en Inglaterra es 4.4 %”.
2. A nombre de la intelligentzia de la iniciativa privada alguien adujo: “Que no se trata de subir el impuesto a la propiedad, sino de cobrarlo adecuadamente a los que no lo pagan”.
2.1. “Con este cobro alcanzaríamos de 1.5 % a 2 % del PIB”, remató el señor Luis Foncerrada, aceptando que el impuesto predial depende de los gobiernos provinciales y de los municipios.
2.2. “Esto implicaría cambios en las participaciones que reciben los estados y los municipios, pues están acostumbrados a recibir solo dinero de la federación y hay muy poca transparencia y corrupción en el desvío de esos recursos”.
2.3. Prosigue don Luis: “Si los estados cobran bien sus prediales, generarían sus propios ingresos y no dependerían tanto de la federación, con lo cual ya no recibirían tantos recursos de la federación y esos recursos se podrían utilizar en cosas más importantes”.
3. Lo dicho por uno de los ante candidatos priistas a la presidencia de la República es inatacable: Aumentando los ingresos prediales se enriquece la bolsa hacendaria municipal.
4. Corto de información, el representante del Centro de Estudios Económicos de la iniciativa privada es lerdo para explicar, o muy mal tarjeteado por algún ignorante asesor recomendado por algún cuate.
4.1. De entrada, Puebla y 31 estados federales tienen como base organizacional —no organizativa—, al municipio. Este tiene el más fresco de los tres tipos de gobierno: los ayuntamientos, los cuales constitucionalmente cobran impuestos, derechos y servicios, entre ellos el predial.
4.2. Educados todos —incluso las cúpulas capitalistas mexicanas—, en el paternalismo, el impuesto a la propiedad se cobra poco y mal, en idéntica forma que se hace con las grandes empresas o medianas, sujetas a extorsiones por gente del SAT, de la cual mil 800 empleados de ella fueron procesados o despedidos en los últimos 3 años.
4.3. El señor Foncerrada ignora que la riqueza nacional captada por la SHCP es injusta, antidemocrática e irracional en su distribución: toda vez que 80 % lo administra la federación, destina a los gobiernos provinciales 14 % y solamente arroja 6 % a los ayuntamientos.
4.4. Aceptando de buena leche que hay corrupción en el manejo de las participaciones federales cuando aterrizan en los ayuntamientos, no es más que la práctica de un juego infantil: “Lo que hace la mano lo hace la tras”. En arameo equivale a “yo hago lo que tú haces”.
4.5. Cuando Chichigüas, mi ayuntamiento natal, allá en la puerta de la Mixteca profunda poblana, cobre y lo haga bien, el predial, la federación no tiene por qué darle participaciones. Luego entonces, ¿qué caraxos ganan los estados con el pacto federal?
4.6. De ahí que con humildad de mexicano poblano chichigüense, le recomiende a los estudiosos del centro de don Luis: Historia de México; Teoría del Estado; El Federalista; La Democracia en América; la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y La Biblia, para que sean más religiosos aunque nunca lleguen a ser tan espirituales como para entender: “Si tú estás bien. Yo estoy bien”.
NUESTRA CASA GRANDE
Con Fox, el ranchero hilarante, simpático e ignorante, se destinaron recursos hasta 0.36 % del PIB para Ciencia y Tecnología, la inversión más alta del Conacyt hasta ahora.