Como se ha realizado desde 1918, este lunes 15 de mayo, alrededor de 1 millón 599 mil maestros, en más de 240 mil escuelas de México, serán festejados por sus alumnos, padres de familia, autoridades y por todos nosotros quienes nos debemos a sus enseñanzas.
¡Gracias maestros!, es lo menos que podemos decir a quienes con gran pasión, vocación y entrega (aunque varios sin ninguna), nos enseñaron y formaron en nuestro paso por las aulas.
Todos recordamos y reconocemos a quien cambió el curso de nuestra vida con la orientación precisa, con el impulso para seguir adelante cuando en nuestro horizonte no había ninguna expectativa.
También recordamos a quienes, por su falta de vocación, conocimientos y didáctica, fueron un obstáculo en nuestra formación y aunque son los menos, nunca faltan y hasta llegan a ser necesarios. Formar personas, educar al niño para no castigar al adulto, no ha sido nunca una tarea fácil.
Todos, invariablemente, criticamos al maestro y solo dejamos de hacerlo cuando nos toca desempeñar esa gran y noble responsabilidad, de igual forma que veo cómo muchos criticamos al gobierno, o a cualquier otra función pública o privada desconocida, hasta que nos toca desempeñarla. Solo así cambia nuestra visión de las cosas.
Hace algunos años tuve la fortuna de ser profesor de la Universidad Autónoma de Chapingo. En ese entonces ingresé a un plan de formación de profesores impulsado por Roberto Domínguez Castellanos, entonces director de la Escuela de Zootecnia, hoy secretario de Educación Pública del estado de Chiapas.
Sin embargo, mis comienzos como docente fueron sin ninguna experiencia previa, mis conocimientos eran solo de los libros y cursos previos en un tiempo donde el profesor debía saber todo y el alumno solo recibía información. Creo que aun cuando han pasado algunas décadas, esta modalidad sigue aplicándose como la conocí.
En ese entonces, solo bastaba con que los alumnos dijeran que no sabías lo que les enseñabas para que pudieran solicitar tu cambio. Actualmente sucede lo mismo.
En mi propia experiencia, preparar una clase de hora y media siempre me costó al menos 3 horas de integración de información, actualización y búsqueda de material para hacer una buena clase.
Para tener autoridad moral, me dediqué a la investigación y así tener información propia. No sabría decir si lo logré. Pero siempre lo hice con una gran pasión al desempeñar uno de los trabajos más mal pagados del país.
Después de varios años de egresado, veo que siguen haciendo falta en el sistema educativo nacional políticas públicas para ayudar a los niños y jóvenes a conocer sus talentos y como desarrollarlos, una real orientación vocacional, conocer los recursos naturales que los rodean, educación cívica, alimentaria, ambiental y financiera.
Actualmente, hace falta una política que ayude a nuestros niños y jóvenes a convertirse en líderes, en personas con una personalidad y carácter bien definidos, con capacidad para expresarse y para escuchar. Líderes que sepan que competir contra sus compañeros es algo innecesario e inútil porque la verdadera lucha es contra uno mismo.
Según Esteban Bullrich, ministro de Educación de Argentina citado por Branislav Babaic, profesor investigador y especialista del Centro de Negociación de la Universidad Adolfo Ibáñez de Chile, un niño hoy puede esperar cambiar de trabajo al menos siete veces en su vida y cinco de esos empleos aún no existen. La velocidad de los cambios tecnológicos está poniendo en tela de juicio el sistema educativo mundial que ya muestra síntomas de deterioro, como por ejemplo la alta tasa de desempleo juvenil a nivel mundial.
De acuerdo con Babaic, existe una desconexión entre la realidad laboral y lo que se enseña en la educación superior, producto de la poca interacción entre el mundo académico y el laboral. Las instituciones educativas no están anticipando adecuadamente el conjunto de competencias que se están demandando en el ámbito laboral, por lo cual estamos preparando profesionistas poco pertinentes.
El mismo autor señala que hay 6 inteligencias que no se desarrollan adecuadamente durante la secundaria. De las 8 existentes según Howard Gardner, investigador del análisis de las capacidades cognitivas y creador de la teoría de las inteligencias múltiples, el sistema educativo solo se basa en dos, lógico-matemática y lingüística. La imaginación es lo menos utilizado por las personas.
Ante estas circunstancias, el nuevo sistema de enseñanza debe potenciar un conocimiento más personalizado, que propicie la indagación sobre la memorización, la reflexión sobre la mecanización, la colaboración por sobre la competencia y la búsqueda de propósito por sobre la acumulación de títulos.
Mario Benedetti escribió: “Cuando creíamos que teníamos todas las respuestas, de pronto cambiaron todas las preguntas”.
¡Feliz Día del Maestro!
Director del Centro de Innovaciones Agroalimentarias y Tecnológicas.