Javier Lozano Alarcón, vocero del gobierno de Puebla, hizo el papelón de su vida.

Quedó mal hasta con él mismo.

El hombre consentido de Rafael Moreno Valle, aspirante a la candidatura presidencial panista, se fue de la boca, como acostumbra.

En un evento de gobierno sugirió, muy al estilo del presidente Trump, de Estados Unidos, que debería ser la Interpol, quien iniciara la búsqueda del edil de Palmar de Bravo, Pablo Morales Ugalde, aduciendo que este sujeto "ya se había pelado" por estar implicado en el robo de hidrocarburos.

Lozano Alarcón se adelantó a la Procuraduría General de la República (PGR), a la Subprocuraduría Especializada en Investigaciones de Delincuencia Organizada (SEIDO) y a la Fiscalía General del Estado (FGE), para investigar, detener y satanizar a Morales Ugalde, hasta llegar al grado de desaparecerlo y pedir a la Interpol que fuera por él.

Pero todas sus declaraciones se le cayeron, Pablo Morales llegó al mismo evento de Lozano, quien ya no supo dónde esconder la...

El hombre se ha cansado de orquestar “investigaciones”, para que sin ninguna investidura se atreviera a señalar a responsables de delitos de alto impacto, como la delincuencia organizada.

La verdad, hizo un papelón.

Pero el edil de Palmar de Bravo no llegó para realizar alguna defensa férrea, o para rasgarse las medias con su detractor, solo fue como invitado a un evento del gobierno de Puebla.

Y fue entrevistado y declaró lo concerniente a los señalamientos verbales que le han hecho, porque, así como dice, ninguna autoridad lo ha llamado a declarar.

De hecho, hasta el momento solo un presidente municipal ha sido señalado y acusado de pertenecer al crimen organizado, al robo de hidrocarburos.

Es el alcalde de Atzitzintla, quien desde la cárcel enfrenta las acusaciones en su contra.

Otros ediles de la zona de “El Triángulo Rojo”, se encuentran en listas aun no legales de posibles implicados en robo de hidrocarburos, protección o como usted quiera llamarle, incluso compra.

El fiscal Víctor Antonio Carrancá Bourget ha manejado este asunto con demasiada fragilidad.

Sus únicas declaraciones oficiales versan en que la información que su fiscalía obtuvo, con relación a los hechos de La Encrucijada y Palmar de Bravo, donde murieron investigadores, militares y civiles, entre estos huachicoleros, ya fueron entregados a la SEIDO.

Las indagatorias que a nivel nacional y estatal se realizan por el robo de hidrocarburo no arrojan, por el momento, a un directo responsable.

Un servidor público no puede ventilar su riñón e hígado ante los medios de información.

Ocurriría lo que pasó ‎en este acto público, que a un alto personaje del gobierno se le cayó su teatro.

Nos vemos cuando nos veamos.