Todavía no se enfría la galera donde el exagente de la Policía Ministerial del Estado (PME), Javier Cruz Ventura, estuvo recluido, y ya empezó de nuevo a las andadas.
Quien ostentó la placa 378 cuando estaba en activo, ahora le dio por buscar a narcomenudistas y pedirles altas cuotas de dinero bajo el pretexto de que lo mandó su patrón, el actual director de la Policía Ministerial del Estado o Agencia Estatal de Investigación, Luis Galán.
El exministerial dice a sus marchantes que tienen que entregar fuertes sumas de dinero como renta a cambio de que no los molesten y les permitan seguir en la venta de alcaloides.
Javier Cruz Ventura tiene poco que salió del Cereso de San Miguel, ganó un amparo y obtuvo su libertad luego de haber sido acusado de vender información de un caso de alto impacto.
Le comento que el amparo que ganó bien pudieron habérselo hecho en preescolar, porque las investigaciones que al respecto realizó la Fiscalía General del Estado (FGE), fueron deficientes.
Antes de que fuera detenido y permaneciera en prisión por poco más de un año, se dedicaba a recolectar las rentas de negocios ilícitos, como la venta de drogas, el robo a casas habitación, de vehículos, así como la trata de personas, entre otros.
Los jefes de este personaje, al momento de verlo detenido, le negaron todo su apoyo y lo dejaron morir solo.
Para su suerte y tras un amparo leguleyo quedó en libertad.
Ahora regresa para cobrarse lo que no ganó en un año en extorsiones, y ya está visitando a los negocios ilícitos para doblar la cuota con el pretexto de que su jefe lo envía.
No sería extraño que la Ministerial, no todos sus elementos, por supuesto, siguiera en eso del cobro de rentas.
Lo que se desconoce es si este exagente está trabajando por cuenta propia o de verdad ya le dieron la bendición.
Pero ahora por debajo del agua.
Los implicados en las extorsiones
Y le digo que no sería extraño porque en la farándula de las ventas de protección está más que metido el inspector Sergio Rojas Sánchez, a cargo de la Casa de Justicia.
Este servidor público que usa para su defensa un altar con todo y veladora y ajos.
Utiliza a un agente de nombre Julio para que acose a los negocios de narcomenudeo, casas de masajes y prostíbulos para cobrar rentas.
Así es como se las gastan los encargados de la seguridad de los poblanos.
Nos vemos cuando nos veamos.