El mercado mundial de circulación de mercancías se ha convertido, por lo menos en el discurso, en la quinta esencia de todo. Se le atribuye la cualidad de poder impulsar el desarrollo de las naciones así como de revertir cualquier tendencia negativa de las economías así como de las condiciones de vida de la población de cualquier nación del globo terráqueo.
El discurso ha venido acompañado de un tipo de práctica. El comercio mundial del que las élites hablan, es un tipo de comercio mundial que manejan las grandes empresas comercializadoras mundiales de las superpotencias. Estas empresas no hablan solamente del comercio simple, es decir, del intercambio de mercancías.
El mercado mundial es un modelo en el que las grandes compañías se apropian de los mercados locales, con sus contradicciones pero lo hacen. El comercio de mercancías ha cambiado y ahora se encuentra asociado a un tipo de consumidor que ha poco a poco sido “orientado” a consumir en espacios distintos a los tradicionales.
Hasta hace apenas unas décadas el comercio se había sustentado en los mercados tradicionales que se realizaban en los centros de población de los municipios y sus cabeceras municipales. Otros eran los mercados tradicionales que se construyeron, acompañando a la Iglesia, el palacio municipal y la plaza. Llegaron las famosas tiendas, lonjas y verdulerías. Más tarde llegaron los mercados “sobre ruedas”.
Pero el comercio mundial, lo que se llama comercio mundial en particular la compra venta de mercancías, no es compatible con esas prácticas. Veamos. A partir de que han llegado las grandes compañías mundiales comercializadoras de bienes comestibles como Walmart, los mercados tradicionales han sido reubicados en las afueras de las ciudades, mientras más lejos mejor: allá en la periferia lejana.
Algunas empresas que venden comida, establecen sus negocios bajo la condición de que el comercio de alimentos al interior así como de la vía pública se ha desplazado del lugar, con el fin de no tener competencia. Esto es muy común verlo en los parques donde se instalan empresas que ofertan venta de platillos elaborados con frutas y verduras.
Se crean espacios como las plazas comerciales que desplazan a los pequeños comerciantes que se ven imposibilitados para competir. A pesar de ello muchos comerciantes han resistido y bien, pero la tendencia va en su contra.
Las tiendas Oxxo, tienen como criterio ubicarse tan cerca de los colonos o habitantes de fraccionamientos, que las personas no deben dar trescientos pasos sin que se encuentren una tienda de este tipo. Las tiendas familiares difícilmente pueden competir.
Los mercados, al igual que las empresas del Estado, han sufrido un marcado deterioro por la falta de inversiones. A los gobiernos no les interesa porque para el gobierno las tiendas privadas cumplen ahora ese papel mientras, en los hechos, el mercado es una carga para ellos que, supuestamente, tienen que sostener con recursos públicos.
El deterioro de los mercados ha servido para crear un ambiente de desprestigio en su entorno. A veces es real pero en otros casos se basa en campañas orquestas en su contra llevados a cabo por parte de grupos de poder asociados al comercio y que desean que ese tipo de competencia desaparezca.
La violencia de los grupos del Crimen Organizado, que se han introducido al mercado negro de productos, ha encontrado un espacio a modo olvidado por el gobierno. Sin que se lo propongan, contribuyen al deterioro y a los intereses de gobiernos al servicio del gran comercio. De paso el Crimen se encarga de desarticular a lo social, y entonces los gobiernos tienen el pretexto discursivo deslindarse de lo que ahí ocurre.
En otros casos, con el pretexto de la existencia del Crimen, fuerzas oscuras utilizan a estos grupos para equilibrar la balanza a su favor y limpiar el camino de la competencia por el comercio.
Finalmente, se criminaliza el comercio y a los comerciantes de los mercados, en un contexto creado para ello, con el fin de deshacerse de quienes han resultado fuerzas resistentes al mercado mundial y a sus promotores localmente, que en última instancia es el fondo del asunto.
Infelizmente, este es el mercado mundial, en los hechos, visto localmente.