¿Qué te estaba diciendo?
–No me acuerdo, pero, ya te fijaste que a nuestra Puebla de los Ángeles la convirtieron en tubolandia.
–¿Cómo?
–Pusieron tubos por todos lados en los parques, en las glorietas, en los jardines, en los puentes, en las calles, por todas partes, menos en donde deberían: en los desagües, en las cañerías, en las calles y avenidas.
–¡Cierto!, ¿de quién será el negocito?
–¿Cuál negocito?
–P´us el de los tubos.
–¿Tubos, cuáles tubos?
Así son más o menos las juntas en el CBG (Club de la Bacinica Geriátrica).
Como podrás notar, lector querido, ahí se mantiene un rigor absoluto sobre los tema a tratar. La plática sobre tubolandia, sufrió un giro insospechado, pero ya no me acuerdo cuál fue…
De cualquier forma, empezamos a analizar nuestras relaciones maritales, y de pronto llegamos a la conclusión de que nos falta un tornillo: salimos a tomar café bajo un diluvio bestial.
Llegamos, o mejor dicho, llegué a la conclusión de que el tiempo inexorable ha atrofiado mi equipo neuronal, porque a pesar del clima impío, ahí estaba yo, zurrándome de frío…
A propósito de canicas: ¿alguien sabe algo de Gali? ¿No se habrá ido por un tubo? Espero que no… ¿Alguien sabe del alcalde de San Andrés?... si lo ven díganle que por la salvación de su alma y de su nombre, haga algo para arreglar el despapaye de tráfico en su sufrido municipio.