El día de ayer, el alcalde Luis Banck empezó dar color y dejó entrever su interés en reelegirse en la presidencia municipal.
Sin duda, Luis es una de las cartas fuertes del morenovallismo para los cargos en disputa, pero en el caso de la reelección, las circunstancias lo colocan en una posición de alto riesgo, que de ser impugnado, podría terminar en una tragedia electoral para el grupo político en el poder.
Hace un año, escribí una columna analizando el caso de la reelección de Luis Banck y sus complicaciones jurídicas.
Aquí algunos fragmentos de ella:
“Desde hace unas semanas vengo escuchando la versión de que el suertudo alcalde de Puebla planea reelegirse en 2018.
Quiero pensar que ese plan no es suyo, sino de algún despistado asesor que intenta encontrar un longevo empleo.
El problema es que Banck está legalmente impedido para reelegirse en el cargo.
La Constitución de Puebla es clara y tajante, por lo cual el actual alcalde de la Angelópolis no puede repetir en la presidencia municipal.
Hay que recordar que Tony Gali se eligió bajo las normas establecidas en la Constitución para el estado de Puebla vigente en 2013, en las cuales no se contemplaba el derecho a la reelección.
En el artículo 102 de la Constitución de Puebla, en su fracción II, se determina lo siguiente:
Artículo 102 fracción II
No podrán ser reelectos para el periodo inmediato como propietarios:
a) Los Presidentes Municipales, Regidores y Síndico de los Ayuntamientos, electos popularmente:
b) Las personas que desempeñen o hayan desempeñado las funciones propias de esos cargos, cualquiera que sea la denominación que se les dé y la forma de su nombramiento, designación o elección.
Es decir, que Luis Banck cae precisamente en ese precepto, por lo cual le resulta material y legalmente imposible repetir en el cargo como alcalde de Puebla.
No es un asunto de gustos o afinidades. La ley es tajante y Banck no puede repetir en el cargo.
Así fuera el mejor alcalde del universo, la ley simplemente se lo impide.
La ley que le permitió ser presidente municipal por dedazo a Luis Banck es la misma que no contempla la posibilidad de que un personaje investido por una designación del Congreso del Estado pueda repetir en el cargo.
Si de verdad Luis Banck quiere prolongar su carrera política, deberá pensar en otros horizontes electorales, menos en la presidencia municipal.
Con la flaca caballada que hoy trota por el campo poblano, podría encontrar espacio en la fórmula senatorial, en una curul federal o local y en un descuido hasta en la gubernatura, pero en la reelección de la alcaldía, ni volviendo a nacer.
Su problema es que en la gubernatura lleva súper mano Martha Érika y en las otras posiciones también ya hay cola.”
Sin duda, detrás de la posibilidad de un auto destapado, debe haber algún asesor en materia de derecho electoral que encontró elementos para que Luis defienda en tribunales su posible reelección.
Y digo en tribunales porque en Morena esperan la postulación de Banck para impugnar y dejar al Frente PAN, PRD y MC sin candidato a la mitad de la contienda.
Si bien es cierto, que en Derecho se resuelven muchas divergencias a través de la simple interpretación de la ley, también es un hecho qué hay preceptos tan claros y precisos que hacen predecibles las resoluciones.
Sin embargo, me parece que los abogados de Banck tienen una lectura muy distinta a la mía y sustentados en ella parecen haber convencido al alcalde a jugar a la Ruleta Rusa.
El tiempo nos dirá el resultado. Y como siempre: veremos y diremos.