En los hechos, en el Tribunal Superior de Justicia del Estado de Puebla se premia la corrupción e ineptitud.
Como se recodará la sustitución en la presidencia del TSJ de Roberto Flores Toledano fue consecuencia de la creciente inconformidad en su contra por la ineptitud en el cargo y sobre todo por el manejo discrecional y personal del Tribunal.
Sin embargo, ahora resulta que preside la Comisión de Disciplina del Consejo de la Judicatura. En las últimas semanas, esta designación causó indignación en Sistema de Justicia poblano, principalmente entre jueces y magistrados. “Pudo más la amistad con el exgobernador Rafael Moreno Valle que la profesionalización de la justicia poblana”, es el clamor en los juzgados.
En las últimas semanas fueron constantes las denuncias mediáticas en contra de Flores Toledano sobre las irregularidades y anomalías que dejó a su paso por el Tribunal, mismas que encontró el presidente actual del Tribunal Superior de Justicia del Estado de Puebla, Héctor Sánchez Sánchez.
Irónicamente, ahora Flores Toledano será el encargado de recibir las quejas y denuncias contra los jueces y magistrados y tendrá la facultad de decidir el futuro de dichos servidores públicos, pues será el responsable de determinar la responsabilidad administrativa de las quejas interpuestas contra estos funcionarios.
Ver para creer, a pesar de todas las evidencias que tienen todos los trazos de actos de corrupción del empleado mejor pagado en el gobierno morenovallista, a quien se le demostró haber firmado adjudicaciones directas por más de 29 millones de pesos un día antes de su renuncia y que comprometen el presupuesto del actual presidente Héctor Sánchez Sánchez, sin licitación de por medio como lo establece la ley vigente.
Otra de las irregularidades que es el sospechoso depósito de sueldo por honorarios a diferentes personas que hicieron supuestos trabajos para los que había personal de planta contratado, además de que se presume la creación de 150 puestos para funcionarios nombrados directamente por la secretaria adjunta a la presidencia para evitar que fueran aprobados por sesión del pleno como lo establece la ley.
Y lo peor estos 150 puestos se entregaron supuestamente a asesores externos y funcionarios recomendados y afines al expresidente Roberto Flores Toledano. En pocas palabras aviadores que cobraron sin poner un pie dentro de los tribunales.
La lista de evidencias de abusos es obvia, sin embargo, este personaje tuvo la desfachatez de quejarse por la falta de fondos que el mismo desviaba y derrochaba.
Sarcásticamente Flores Toledano, quien fue sorprendido de malos manejos de adjudicaciones sospechosas, de la creación de puestos de posibles aviadores y de dilapidar el presupuesto; hoy será el encargado de cuidar la honestidad y el buen proceder de jueces y magistrados.
Ahora sólo quedan las siguientes interrogantes:
—¿Seguirá siendo Flores Toledano el empleado de gobierno mejor pagado en el estado de Puebla?
—¿Seguiremos pagando a su chef particular en el exclusivo Club La Vista los poblanos?
Veremos y diremos.