Ocurrió cerca de las 9 horas del miércoles, un elemento de la Policía Municipal de San Miguel Xoxtla, conducía de manera imprudente y sin ninguna precaución y en una de las vialidades no pudo controlar la unidad y chocó contra un vehículo Ibiza de color blanco, saliendo proyectado el motociclista al piso.

El agente no sufrió lesiones de consideración, pero sí golpes, que lo llevaron a enfrentar al conductor del Ibiza, quien no se dio a la fuga y bajó de su unidad para prestarle ayuda.

“Ya mamaste”, fue la frase que este elemento le dijo al conductor, frase que debió haber sacado del libro de protocolos de la Academia de Policía, donde debió haber estudiado.

El conductor le dijo que él no había tenido la culpa, pero le dijo que estaba asegurado y le pidió que esperaran la llegada de un ajustador, mientras que el policía, que le dijo que estaba en su jurisdicción, llamó por radio a sus compañeros, llegando al lugar varias unidades. 

El ajustador, al ver la dimensión del problema que había creado este agente determinó pagar los daños y llevarse al policía a un hospital, pero para esto todos los personajes de esta historia habían llegado a las instalaciones de la presidencia municipal de San Miguel Xoxtla.

Ya cuando se estaban poniendo de acuerdo, dentro de las instalaciones de Seguridad Vial de Xoxtla, el agente que presuntamente había resultado herido en el percance, que ahora no quería el pago de los daños, ni que lo llevaran a un hospital, sino el pago de 8 millones de pesos.

Tal actitud generó molestia del conductor, pero le dijeron que si no aceptaba se iba a chingar.

Entre amenazas y abusos por parte de Vialidad de San Miguel Xoxtla, pasaron de las 9 horas que ocurrió el percance hasta las 5 de la tarde, cuando finalmente trasladaron al conductor en calidad de detenido al C-5, donde la Fiscalía General del Estado, se hizo cargo del asunto.

Sin que se pagaran los 8 millones.

Así se las gastan en San Miguel Xoxtla.

Este policía dijo llamarse Eugenio Sánchez Ibarra.

Nos vemos cuando nos veamos.