En torno del parque de Bowling Green, el sitio que alberga la icónica estatua del Toro de metal, (Wall Street Bull) obra del escultor Arturo Di Modica en la parte baja de Manhattan corre un rumor que apunta a la elección mexicana e involucra al más poderoso secretario de Estado de Enrique Peña Nieto.

Se trata de Luis Videgaray Caso, el secretario de Relaciones Exteriores, miembro de la élite financiera y de ese selecto club de itamitas —Instituto Tecnológico Autónomo de México—, que el candidato presidencial de la coalición Juntos Haremos Historia, Andrés Manuel López Obrador cuestionó por ineficaz para generar suficiente riqueza y apaciguar las penurias de unos 40 millones de pobres en el país.

La versión indica que el hombre que fue coordinador de campaña del candidato presidencial de Peña Nieto en 2012 y designado como uno de los 100 más importante pensadores globales por la revista estadounidense Foreing Policy, busca empleo.

No es en esencia y únicamente un servidor público que tras dos décadas en el servicio ve el retiro de la cosa pública y, en consecuencia el veto para acceder a la bolsa presupuestal, sino más allá: el principio del fin de un proyecto político que nació desde que ese grupo despachó en el palacio de gobierno en Toluca, Estado de México.

Con la búsqueda de un acomodo de parte de Videgaray Caso en el Banco Interamericano de Desarrollo, el Banco Mundial o la Organización para la Cooperación y Desarrollo, en Washington, termina por anticipar un mapa de riesgo que supone la pérdida del poder en la elección del 1 de julio.

La premonición en el centro financiero de Wall Street anticipa también, el muy probable triunfo del tabasqueño tras dos intentos fallidos en 2006 y 2012 para acceder al poder en un país que junto a Colombia y Brasil, reúne similitudes que sorprenden.

Más allá de que ganen o pierdan en sus próximas citas electorales, ya podemos afirmar que ha surgido otra ola progresista en la región. Este nuevo bloque está conformado por: MORENA, en México, con Andrés Manuel López Obrador al frente; Gustavo Petro, de Colombia Humana; Verónika Mendoza con Nuevo Perú; y los jóvenes Gabriel Boric y Giorgio Jackson del Frente Amplio, en Chile’ escribió Alfredo Serrano Mancilla para unasursg.org.

Nueva York no sólo tiene un estrecho vínculo con Puebla por la oleada inmigrante de paisanos que aquí buscan y encuentran un lugar digno para el día a día, sino porque con la proyección que se tiene, se puede anticipar como inexorable el reacomodo del mapa político luego del 1 de julio como el referéndum de un sistema que ya dio de sí y que podría arrastra a los grupos locales claramente despóticos como el de Rafael Moreno Valle, en el poder desde el año 2010.

La perspectiva desde este punto geográfico suele ofrecer escenarios mucho más amplios que la visión de un microcosmos plagado de subjetividades y vanidades.