Usted no está para saberlo ni un servidor para contárselo pero a la brevedad podrían obtener su libertad Javier Mota Hernández, (a) “El Oso”, interno del penal de Cholula, y el abogado Luis Ramed Martínez Ghanés, acusados ambos por la muerte violenta del jubilado de Pemex, el ingeniero José Hugo Espinosa García, ocurrido el jueves 11 de junio de 2015.
El motivo es muy simple, los abogados que defienden a los dos sospechosos, encabezados por Minerva Sánchez, excoordinadora de Ministerios Públicos durante la administración de Mario Marín, tiene un As bajo la manga, que ya no es del todo secreto, porque lo andan difundiendo en redes sociales.
Y le explico, el único testigo del crimen del ingeniero José Hugo Espinosa, es un cerrajero de nombre David G. F., quien con su declaración puede provocar sentencias cuantiosas en años al abogado y a “El Oso”, internado en el penal de Cholula.
Y es que el cerrajero afirma haber sido contratado por Javier Mota Hernández “El Oso”, para que forzara las chapas de las puertas de entradas de la casa del ingeniero, cuando éste ya había sido asesinado.
Y ahora un Emilio González Maza, dice en su Facebook que al cerrajero le van a regalar cien mil pesos y una camioneta para que se desista en su declaración.
La historia
Le comento para que me entienda, José Hugo Espinosa García, tras haber dedicado toda una vida a Petróleos Mexicanos, recibió una pensión onerosa para que pudiera descansar lo que sería la tercera etapa de su vida.
Pero tuvo la mala suerte de conocer a Luis Ramed Martínez Ghanés, quien en su calidad de abogado y de amigo se ganó su confianza y le propuso que invirtiera sus ahorros en la compra de terrenos, y le propuso varios, con todo y papeles, despojándolo de más de un millón de pesos.
Cuando José Hugo Espinosa se dio cuenta del engaño, de que las escrituras de esos terrenos eran falsas, decidió presentar denuncia por fraude ante el agente del Ministerio Público de San Martín Texmelucan, y resulta que la información de esa acusación, que debería ser estrictamente confidencial, se fugó y Luis Ramed fue enterado de que ya estaba denunciado.
Este es el principal móvil de la muerte del jubilado de Pemex, que el abogado dejó de maquinar acuerdos legales para pagar una deuda y se fue por la de ordenar un crimen.
Quien se prestó a este “acuerdo con la muerte”, fue Javier Mota Hernández, de 24 años de edad, apodado “El Oso”, y de quien no se descarta que antes haya tenido otros contratos similares.
“El Oso” y otros sujetos que nunca fueron detenidos levantaron al ingeniero cuando circulaba a bordo de su vehículo modelo 2015, de color azul marino, placas TZV-27-75, y tras asesinarlo de manera violenta lo fueron a tirar a una barranca de la población de Popilosa, en el municipio de Españita, Tlaxcala.
El juez de lo penal que actualmente conoce del caso es José Hugo González Jiménez, quien un servidor no cree que se vaya a prestar para este tipo de jugarretas.
Se me olvidaba comentarle que Javier Mota Hernández, “El Oso”, ya se fugó del penal de Cholula el 15 de diciembre de 2015, junto con otros 10 internos, que al final todos fueron aprehendidos.
Así su peligrosidad.