Se trata de una de tantas bandas de asaltantes que operan en el municipio de Tecamachalco y que no tienen predilección alguna para asaltar, desde vehículos compactos, hasta camiones o tráileres de carga.
Son los que primero disparan y luego roban.
Entre Yehualtepec y Tlacotepec, hay una zona que se le conoce como “las vías del tren”.
Los delincuentes se movilizan en dos vehículos que nunca cambian, esto para que no vayan a ser confundidos con la policía local y los dejen trabajar.
Los vehículos que utilizan es un Renault de color gris, modelo Sendero, con placas de Puebla, y camioneta Toyota, tipo Tacoma, modelo 2016, de color naranja.
Los malandros portan armas cortas y largas y sin ningún empacho las detonan para amedrentar a sus víctimas.
Los asaltos en esa zona han sido muchos y pese a que ocurren de manera continua, a nadie se le ha ocurrido colocar algún tipo de seguridad.
O de plano caerles, porque no cambian su lugar de operación ilícita.
Quienes envían esta queja, que no ha sido atendida por los cuerpos de seguridad municipal, dicen que los policías municipales estarían coludidos con estos delincuentes y con otras bandas más.
De hecho, no estaría de más que el gobierno de Puebla revisara cómo se encuentra el área laboral de la Policía Municipal.
Y es que por las calles de Tecamachalco circula de todo o ocurre de todo y los policías no se han dado cuenta.
No han detectado huachicoleros, secuestros, asaltos, hombres armados.
Nada.
Y mientras los asaltos siguen a la orden.
Y las bandas, como la que le comenté, siguen gozando de impunidad.
Nos vemos cuando nos veamos.