Sólo una buena argumentación jurídica podría conseguir, por sobre el ímpetu del ganador de una diputación local de Juntos Haremos Historia, José Juan Espinosa al poner al descubierto el mayor esfuerzo de alquimia electoral del Partido Acción Nacional y del jefe del clan, Rafael Moreno Valle.
En contrario, podríamos estar ante la evidencia de un delito de parte del ex edil de San Pedro Cholula por robo, usurpación de funciones y allanamiento en propiedad privada luego de su incursión en un salón del Hotel M&M de la capital de Puebla.
Y es que ayer que acusó la existencia de papelería electoral en manos de los operadores de ese partido político, debió haber advertido que el artículo 297 establece que “de las actas levantadas en las casillas deberá entregarse una copia legible a los representantes de partidos políticos y candidatos independientes...”.
De hecho la oficina de comunicación de Martha Erika Alonso entregó ayer a los medios copia del contrato de arrendamiento con la empresa que administra el hotel cuyo concepto fue “renta de salón, internet, coffe break para reuniones de las estructuras del PAN”, por el que se pagó 173 mil 120 pesos.
En cambio el virtual ganador de la diputación local y el abanderado ganador por el Senado, Alejandro Armenta dijeron ayer toda la tarde haber descubierto una mapachera azul y fundaron sus acusaciones en medio de un reguero de papeles y sábanas rotas, aparentemente de la elección pasada.
Ni Espinosa Torres y Armenta Mier son improvisados en la lucha política electoral. Ambos están curtidos en la pelea por espacios de poder y su fama de arrojo impensado los define.
Deberán medir muy bien sus pasos porque el episodio que todos presenciamos el mediodía del martes va en contrario a los mensajes de pacificación del próximo presidente Andrés Manuel López Obrador.
Audaces ambos, están a un paso de propiciar un cambio en la crisis post electoral que derivó después de la elección de gobernador en Puebla, pero también, a nada de protagonizar un bochornoso espectáculo que vendió bien en términos noticioso, pero podría desvanecerse en los tribunales.
Dos abogados eficaces acompañan la estrategia jurídica de Luis Miguel Barbosa Huerta: Víctor León Rueda y Santiago Nieto Castillo, ex titular de la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales.
El episodio de ayer nos permitió ver con mayor precisión hasta donde los dos bandos en disputa están dispuestos a llegar a conquistar el poder, incluso a cambio de la sangre que ya se ha derramado y que para mala fortuna no sea la única.
Bien valdría la pena que alguien se detuviera a repensar la línea que sólo ha llevado a la confrontación en lugar de la razón.