Exagentes de la desaparecida Policía Judicial del Estado (PJE), expolicías del estado y del municipio, además de delincuentes que se dedican principalmente al robo de casas habitación, comercios y narcomenudeo, son los que finalmente forman parte del grupo de informantes que se dedican a delatar a también delincuentes para que sean aprehendidos e, incluso, extorsionados.
Se trata de los verdaderos investigadores del bajo mundo, quienes han ayudado a diversos cuerpos de policía, principalmente, a la Ministerial y la Agencia Federal de Investigación Criminal, a esclarecer delitos o a ubicar a delincuentes que tienen órdenes de aprehensión.
Lejos de que las corporaciones de policía, como la Policía Ministerial del Estado, resuelvan la mayoría de sus investigaciones utilizando los cursos y enseñanzas de una policía acreditable, los resuelven a base de estos grupos investigadores independientes, que en lugar de salario reciben gratificaciones como dinero, drogas y de otros tipos, como los artículos robados.
A estos informantes se les conoce comúnmente como madrinas.
Un madrina sabe si en algún barrio o colonia de los límites con la ciudad de Puebla se ha asentado algún grupo del crimen organizado, quienes venden drogas, quienes son los que asaltan al transporte público, a los Oxxos, comercios, casas habitación.
Saben qué banda o pandilla se hizo de dinero de la noche a la mañana, quienes cometieron algún homicidio, son poseedores de informes que sirven a policías realizar su trabajo sin riesgo alguno.
Con los policías federales las madrinas se encargan de dar cumplimiento a órdenes de aprehensión, de ubicar zonas donde se cometen delitos federales, de proporcionarles todo tipo de información del Estado relacionado con la delincuencia organizada.
Son también quienes se encargan de negociar arreglos con policías y quienes perpetran delitos como narcomenudeo, robo de hidrocarburos, trata de personas, incluso, asaltos.
Adrián Álvarez Juárez, “El Charrascas”, no es el único informante que se pasea por Puebla.
Nos vemos cuando nos veamos.