Usted debe de estar enterado que el municipio de Tecamachalco se ubica entre uno de los más violentos durante esta administración, que está a punto de terminar.
En este municipio los robos de vehículos, asaltos, ejecuciones, además del robo de hidrocarburos aumentaron en forma considerable y, consecuencia lógica, obligaron a los pobladores a cambiar de partido político en busca de una mejora.
Y como en materia de seguridad esta administración está en busca de a quién cobrarle los platos rotos.
Y se les ha ocurrido, vaya usted a saber quién, en señalar a Federico Salazar Velázquez, quien durante tres meses fue el director de Seguridad Pública de Tecamachalco.
Primero le comento que Salazar Velázquez fue uno de los fundadores de la Comandancia de la Policía Federal en Tecamachalco, hace 10 años, y que el trabajo que realizó lo llevó a tener el reconocimiento de los habitantes de este municipio, a grado tal que decidió quedarse a vivir con toda su familia.
Federico Salazar se retiró de la Dirección de Seguridad de Tecamachalco por problemas de entendimiento con el presidente municipal, Inés Saturnino, además de la presión que se ejerció desde las entrañas de esta dirección, porque consideraron que el nuevo jefe los “presionaba demasiado”.
Y es que considerando que en el municipio de Tecamachalco se habían registrado cuantiosos delitos con poca efectividad, por parte de la policía se decidió someterlos a un examen de confianza y resultó que la mayoría de los policías no estaba apta para pertenecer a la corporación.
Aunado a estos despidos de policía y a las solicitudes del nuevo director para reformar a los 24 policías que quedaron y para solicitar más apoyos, las relaciones con el edil disminuyeron a grado tal que Inés Saturnino, a propósito, dejó de pagar el salario completo a su director.
Con la renuncia obligada de Federico Salazar se quedan en el archivero informes que podrían justificar qué hizo y qué no hizo la Policía Municipal, para contener más de 4 años de violencia y de inseguridad.
Un caso para investigarse.
Nos vemos cuando nos veamos.