Inés Saturnino López Ponce, el presidente municipal de Tecamachalco, sigue dando nota, aunque él no lo quiera.
A semanas de que deje el cargo de edil la delincuencia organizada lo persigue, no sólo en su vida personal, sino hasta su domicilio.
Y esto ocurre en la Junta Auxiliar de San Mateo Tlaixpan, donde el aún funcionario tiene su domicilio.
Y es que a cinco calles de su casa la Policía Federal encontró un predio, donde eran ocultados vehículos de carga que son robados mediante asaltos en carretera del estado y federales, entre Tecamachalco y Tepeaca.
Y resulta que este predio estaba bajo resguardo de los vecinos, del alcalde por supuesto, que estaban contratados para defenderlo de la Policía Federal, por supuesto.
Y es que ni los policías municipales que deben de acudir todos los días a la casa de su presidente, ni el mismo encargado de Seguridad Pública se dieron cuenta de la operación del crimen organizado, para ocultar camiones y vehículos que son robados mediante la violencia y después usados para transportar hidrocarburos robados.
Y el presidente municipal ni siquiera estaba enterado.
Como nunca, se enteró de que Tecamachalco fue centro de operaciones para el robo y traslado de hidrocarburos.
Ojalá y este servidor público no se encuentre en la lista de los que ya fueron perdonados.
Tepeaca zona de asaltos
Las carreteras de este municipio, además de zona de traslado y robo de hidrocarburos, es paso de grupos armados, muchos de estos dedicados al asalto a transportes, secuestros y ejecuciones.
El domingo mismo la Policía Federal detuvo a dos sujetos que iban a bordo de un vehículo Jetta de color blanco, placas XXB-7536 de Tlaxcala.
Los dos sospechosos, que se dijeron escoltas de un empresario, portaban dos pistolas escuadra, abastecida con los proyectiles conocidos como “mata policías”, además de un rifle de asalto, cargadores, cartuchos de grueso calibre.
Y así existen otros grupos armados que operan desde el municipio de Tepeaca y por extraño que parezca no son molestadas por ningún tipo de policía.
Nos vemos cuando nos veamos.