Grave, muy grave y hasta sospechoso resulta el actuar actual de la Comisión Estatal de Derechos Humanos que preside Adolfo López Badillo, desde que Rafael Moreno Valle lo colocó en ese organismo.

Aunque la comisión que se debe preocupar por vigilar los Derechos Humanos de los poblanos e incluso cuenta con las facultades necesarias para iniciar de oficio las investigaciones ante la presunción de violaciones a las garantías, lo cierto es que el trabajo de López Badillo ha sido bastante deficiente en los últimos años.

La dependencia fue omisa, por decir lo menos, en los agravios cometidos por el estado en el violento desalojo de Chalchihuapan en julio de 2014, mismo que cobró vidas. ¿Dónde estuvo la dependencia en los casos en que se aplicó la llamada #LeyBala durante el sexenio de Rafael, como Chignahuapan o Tehuacán?

Pero de la noche a la mañana, sus prioridades cambiaron. Este miércoles, la CEDH envió un boletín de prensa en el cual informó que: “Se inició de oficio la queja en el expediente 5839/2018”, ahondó que el pasado martes 2 de octubre se entrevistaron con “personas presuntamente agredidas” en Palmarito y agregó: “Se comunica que se les ofreció apoyo victimológico, el cual consiste en atención médica, psicológica y asesoría jurídica. Es preciso señalar que la autoridad involucrada en los hechos pertenece al ámbito federal, por lo que dicha queja será remitida a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH)”.

En resumen, Adolfo López decidió que ahora sí hay que procurar los derechos humanos de personas que están en la mira de la justicia. Hay que recordar que los pobladores que se apostaron para cerrar la autopista y expulsar al ejército fueron incitados, por el edil electo de Quecholac, José Alejandro Martínez Fuentes, hermano de Antonio Martínez Fuentes, “El Toñín”, líder huachicolero en esa región.

Habría que preguntarnos por qué la CEDH decidió tomar cartas en el asunto cuando elementos de la Marina y el Ejército han sido agredidos por pobladores de la comunidad de Palmarito Tochapan, presuntamente para proteger al líder huachicolero.

Aunque no podemos negar que una mujer resultó con un rozón de bala en la pierna, habría que preguntarse si el armamento que cargan los elementos de la Secretaría de Marina es tan básico como para haberle ocasionado esa herida, porque seguramente una agresión castrense le habría generado un daño mucho mayor.

Un dato adicional que no debe perder de vista la CEDH, ahora que anda muy interesada en velar por los derechos humanos, es que esa plaza se encuentra actualmente en disputa entre dos líderes huachicoleros.

Ojala que la dependencia realmente cuide con ese mismo ahínco a la población civil que padece a diario la violencia e inseguridad ocasionada por los líderes de las bandas que se dedican a la extracción, robo y venta del huachicol. Porque esas familias poblanas, también tienen Derechos Humanos.

¡Ah y ya de paso que se preocupe por el derecho del libre tránsito de las personas que tiene que ir de Puebla a la Ciudad de México o al revés y pasan horas estancadas en el camino o pierden citas de negocio!

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Durante la madrugada de este jueves comenzó a circular un vídeo en el cual presuntamente se observa el momento en que un marino dispara contra una mujer ocasionándole una herida en la pierna a la altura de la rodilla. 

El vídeo genera serias dudas entre ellas su veracidad, también es cuestionable la reacción de las dos personas que caminan hacia el presunto marino y tras la detonación no gritan, no corren, no se espantan e incluso regresan caminando con tranquilidad, sin cojear ni revisarse la pierna. 

La grabación, que procede, según las redes sociales, de las cámaras de seguridad de los vecinos del barrio La Inmaculada Concepción, en Palmarito Tochapan, fue difundida casi 40 horas después del operativo que realizó la Secretaría de Marina en busca de líderes huachicoleros; por lo cual podría presumirse que forme parte de la autodefensa de un grupo de pobladores que pertenecerían a grupos ligados a la delincuencia organizada.