A las 00:00 horas de este lunes, 15 de octubre del presente año, 214 presidentes municipales del estado de Puebla estarán asumiendo la responsabilidad constitucional del gobierno en sus demarcaciones.
Llegó la hora de cumplir los compromisos asumidos con la ciudadanía que puso sus esperanzas en nuevos líderes que ejerzan mejores gobiernos, presten atención a los principales problemas y necesidades e impulsen proyectos que promuevan el desarrollo de sus comunidades.
Cada gobernante debe saber que el poder es para servir a la gente, los recursos públicos son para atender las necesidades de la población, deben escuchar los principales reclamos, haciendo un equilibrio entre los deseos y lo que realmente requieren; lo urgente, sin dejar de atender lo importante.
Atención a servicios públicos, fomento económico, apoyo a la salud y educación, seguridad pública, atención al medio ambiente y a los diferentes sectores poblacionales. Servicios de calidad y con la mayor transparencia.
Hay tres oportunidades para los nuevos gobernantes municipales; hacer un buen gobierno, el cual se logra con atender las principales necesidades y la seguridad pública. Hacer un gran gobierno atendiendo la seguridad e impulsando el desarrollo económico. Y la mejor opción, dejar un legado de servicio que se recuerde muchos años después de concluir el encargo o de dejar de existir.
Cambiar las estadísticas socioeconómicas actuales, es un buen indicador de éxito. Transformar la realidad haciendo cosas que no se han hecho, resolviendo problemas que no se han resuelto y sembrando semillas de progreso que no se han sembrado, también lo es.
Gobernar no solo es administrar, es coordinar esfuerzos y recursos que modifiquen el estado actual de las cosas, que se inicien o fortalezcan proyectos y acciones que generen bienestar, generen riqueza y reduzcan la desigualdad que lacera a grandes sectores poblacionales.
Hay que revisar lo realizado, tomen lo bueno y eliminen lo que no funcione, pero no lo haga con odio, eso no los hará mejores gobernantes. Nunca digan “me encontré un cochinero, un desorden, ahora si vamos a trabajar”. Pero si hay algo que reclamar, hágalo ante las instancias legales correspondientes.
No olviden que solo hay cuatro opciones de negociación; yo gano tú pierdes, yo pierdo tú ganas, yo pierdo tú pierdes y yo gano tú ganas. También tener muy presente que con la vara que mides, serás medido.
Un mejor el ejercicio del poder
El Manual Hindú del Buen Gobernante, de Firdaus Jhabvala, editorial Trasfondo y Centro de Estudios de Investigaciones del Sureste, puede ser un libro de cabecera. Allí se pueden encontrar valiosas orientaciones para hacer mejor el ejercicio del poder.
Señala que los seis atributos de un rey son: el discurso inteligente, la imaginación, la inteligencia, la buena memoria, el conocimiento de la ética y el conocimiento de la política.
Un rey deberá hablar con palabras de bondad. Uno que pronuncia palabras de enojo, está destruido por su propio discurso. Un rey que culpa a otros está destruido por su propio pensamiento negativo. Hable de usted, de sus propuestas y objetivos de servicio hacia sus semejantes y no pierda tiempo hablando de los otros competidores.
Un conocimiento pequeño se incrementa cuando es usado para el bienestar de otros. No busque el consejo de demasiadas personas porque ello conduce a la confusión.
El hombre superior se alegra y no se encoleriza cuando oye de sus faltas. Se esfuerza en descubrir sus debilidades y las supera cuando son señaladas por otros.
Cuando las opiniones iniciales son divergentes pero la conclusión es unánime, se obtiene un consejo mediocre. Un acuerdo de opinión expresado por una mayoría es más poderoso que el rey.
El Manual Hindú del Buen Gobernante, puede evitar muchos dolores de cabeza y anular esa transformación personal que comúnmente percibe la gente en las autoridades como “ya se le subió”.
Pero, principalmente, puede ayudar a lograr la dignificación y revaloración de la política, para aplicarla en su concepto y dimensión correctos, hoy extraviados.
Deseo el mayor éxito a todos los presidentes municipales; sus gobernados esperan mucho, las expectativas son muy altas.
Todos los poblanos tenemos la esperanza de recuperar gobiernos con rostro humano, cercanos a la gente, que concilien a los ciudadanos, hoy con incertidumbre y polarizados por la elección de Gobernador.
Como hijos del Pueblo, no podrían olvidar nunca que su principal finalidad es su mayor prosperidad (Benito Juárez).
Ex Rector de la Universidad Autónoma Chapingo
Antes de perder el objetivo, honor y gloria deberían sacrificarse por dignidad y humildad, si no llevan a la realización del propósito deseado, porque es una tontería perder el objetivo solo por buscar el honor y la gloria.
F. Jhabvala