Desde el secuestro del secretario de Seguridad Pública de Acatzingo, en el municipio personal de la Secretaría de Marina aumentó su presencia.
La tarea de los marinos, además del Ejército Mexicano, la Policía Federal y el Gobierno de Puebla, es la de ubicar y detener a la banda de ladrones de hidrocarburos comandada por Jalil Jacobo Peralta, a quien le dicen "El Mamer".
En Puebla, “El Mamer”, materialmente es el dueño de la plaza de “El Triángulo Rojo”, no sólo por el robo y la distribución de hidrocarburos robados, sino por secuestros, robos a transporte, a vehículos, levantones y ejecuciones.
Apoyado por Juan Antonio González Martínez, originario de Tierra Blanca, Veracruz, apodado “El Barbas” y de Cándido Moreno Cristóbal, originario de Felipe Ángeles, apodado “El Rayo”, han creado una temible banda que siembra el terror en varios municipios de esta zona.
Ante esta serie de delitos, "El Mamer, se ha convertido en principal objetivo de las fuerzas Federales y del Estado.
Estos sujetos son los que se disfrazan de policías federales y colocan retenes en la autopista Puebla-Orizaba para asaltar a transportistas y perpetrar otros delitos más graves.
En el Estado de Veracruz este sujeto es buscado como presunto responsable de secuestros y homicidios, existe una recompensa de un millón de pesos para quien denuncie donde se esconde.
En Puebla "El Mamer”, tiene la protección de un mando de Policía conocido como "Santos", quien le informa de retenes policiacos y operativos para que pueda escapar fácilmente.
Un Oso interesado
No hay día en que en los corredores de la Agencia Estatal de Investigación (AEI), no se escuche alguna queja por los abusos que comete Arturo González Rojas, conocido como “El Oso”, quien tiene la clave Platino Cero y ostenta el cargo de Inspector General.
Los agentes y comandantes se han quejado de que este personaje les dobló la cuota de las entradas del mes, además de que persiste en hostigar a las agentes que están a su cargo.
La última de este personaje, es que ya les dijo que cada agente, para acudir a su celebración de fin de año tiene que entregar 350 pesos, además que cada uno de los comandantes tiene dar un regalo para la rifa que van a hacer durante la misma celebración.
Y existe la advertencia de que, el que no le entre, va a ser castigado haciendo guardia en los arcos de seguridad y en la vigilancia del edificio central.
O compras o guardia.
Nos vemos cuando nos veamos