Nadie podría imaginar que la experiencia acumulada en el campo de la política produjera a estas alturas un exabrupto de Guillermo Pacheco Pulido para apersonarse en el Congreso del Estado a solicitar formalmente ser tomado en cuenta para ocupar el interinato como gobernador. 

A menos que la suerte lo haya colocado en la ruta de poder, por fin será quien le toque ser el responsable de pacificar a una sociedad dividida y polarizada, el experimentado priista de cepa podría haber cometido un error de cálculo inmerecido cuando pese al empeño por ser candidato a gobernador, en el pasado se le negó.

Sin embargo el estado de cosas parecen haber hecho su parte para favorecerlo en la coyuntura nacional. Cosas de ver los números con que fue aprobada ayer la iniciativa para dar vida a una de las figuras emblemáticas del Presidente Andrés Manuel López Obrador: la Guardia Civil.

Lejos de pactar los votos necesarios con el Partido Acción Nacional, la mayoría legislativa recibió el apoyo parlamentario de un partido en donde hay viejos conocidos de muchos de quienes hoy son obradoristas: el Partido Revolucionario Institucional.

Morena obtuvo ayer 362 votos, los necesarios para obtener luz verde para la creación de la figura emblemática del nuevo régimen para combatir a la delincuencia organizada. Fueron 249 de Morena; 42 del PRI; 26 de Encuentro Social; 27 del Partido del Trabajo; siete del Partido de la Revolución Democrática; y 11 del Verde. 

Del Partido Acción Nacional, nada. Y como en la lógica política el amor se paga con amor. La negativa del partido de Marko Cortés pudo haber dejado pasar la oportunidad de cobrar la moneda de cambio que parece haber pactado el PRI: el interinato en Puebla. 

Esa variable junto a la rechifla, el grito de ‘asesinos’ que le propinaron a la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero y el hasthag #AMLOasesino pudieron haber propiciado la cancelación el principio de acuerdo en Casa Puebla, frente a la familia de los difuntos Alonso Hidalgo-Moreno Valle Rosas para que un panista ocupe el cargo que Martha Erika Alonso ganó en las urnas. 

La propuesta de la dupla Luis Miguel Barbosa y Fernando Manzanilla para convertir el experimentado político priista encaja en ese contexto. 

Estaríamos en sí, ante el regreso de la ortodoxia política a Casa Puebla después del periodo de exceso y frivolidad del morenovallismo. Guillermo Pacheco Pulido, ha sido un priísta que mantuvo puentes políticos sólidos con la totalidad de los actores de la vida pública poblana. 

Cuidadoso de las formas y el trato, figuró poco cuando debió hacerlo. Leyó con cuidado y aplomo cada uno de los momentos en el periodo en el que fue presidente del Tribunal Superior de Justicia; lo mismo como diputado local, federal y como dirigente partidista. 

Los cargos públicos, políticos y administrativos abundan en la biografía del abogado Pacheco Pulido de 85 años de edad (su cumpleaños será el 8 de febrero próximo). Una responsabilidad que ha faltado en su extensa currícula ha sido la gubernatura de Puebla.

Nada de eso servirá si la lectura del contexto nacional es incorrecta y lastimosamente habremos visto a un respetado político de la vieja guardia haber tropezado como adolescente que se deja dominar por el impulso y la fiebre del momento. Ya se verá.