No tiene ni 8 días que pasó, Daniel M, un empleado de Audi, fue secuestrado por sujetos armados con rifles de asalto.
Lo interceptaron cuando se dirigía a su trabajo, lo bajaron de su vehículo y lo obligaron a pasarse a otro, el de los secuestradores.
El mismo día del secuestro, la familia recibió la llamada de los delincuentes exigiendo un millón de pesos para regresarle con vida, además de la petición de siempre, que no dieran aviso a la policía.
En otras dos llamadas más los secuestradores aceptaron 300 mil pesos en efectivo, además de dos camionetas con todo y factura.
El secuestrado fue liberado.
Quienes vivieron este secuestro, de los muchos que han ocurrido en la zona de Tecamachalco y de municipios cercanos ya preparan maletas para irse a vivir a otro lugar, ante el temor de que tras el secuestro ahora intenten extorsionados.
Porque también así está ocurriendo.
Un fallido secuestro
No pasaban las 8 de la noche del sábado, un grupo de jóvenes salían de una fiesta familiar.
Intentaban abordar su vehículo cuando fueron interceptados por sujetos desconocidos que viajaban en camionetas de características hasta el momento no reveladas.
Los desconocidos portaban armas de asalto intentaron subir a 5 de los jóvenes pero sólo a dos lograron someterlos.
Cuando intentaban darse a la fuga fueron sorprendidos por elementos de la Policía Municipal y presuntamente de la Federal, quienes lograron desarmarlos detenerlos y rescatar a los dos secuestrados.
De los sospechosos se dijo que 2 fueron los detenidos incluso les confiscaron armas de alto poder.
No se dieron detalles de los detenidos, estos de inmediato fueron trasladados a la ciudad de Puebla, aparentemente a la Fiscalía General del Estado.
Hasta el momento se desconoce qué pasó con estos sospechosos y si los afectados acudieron a presentar su respectiva denuncia.
Son tiempos violentos.
El pelo en la sopa
La Fiscalía General del Estado (FGE), mostró el músculo del recién conformado grupo de la Fiscalía Investigadora de Secuestros y Delitos de Alto Impacto (FISDAI), con la detención de tres bandas de secuestradores.
Entre ellos están cinco detenidos de la banda de “El Bukanas”, que ahora no sólo controlan Veracruz y Puebla, sino que además se extendieron hasta Tlaxcala.
De estos se dijo que el 15 de enero pasado secuestraron a un hombre que estaba a punto de entrar a una notaría.
Los delincuentes pidieron 3 millones de pesos de rescate, pero se conformaron con 358 mil 500 pesos, además de un Jetta con todo y factura.
Lo malo es que los secuestradores ya están detenidos, pero la víctima no aparece.
No será la primera vez que la víctima de un secuestro aparece en una fosa clandestina aunque sus captores estén detenidos.
Esa detención no tiene éxito alguno, si no hay víctima, pues legalmente, no hay delito
Los secuestradores podrían en breve, obtener su libertad.