Después de la causa del helicóptero del pasado 24 de diciembre, mucho se ha hablado de la muerte política del grupo morenovallista, lo cual abrió la puerta al renacer de un sinfín de políticos desahuciados hasta las 3 de la tarde de ese 24.

Mucho ya se escribió de la famosa cortesía política que la secretaria de gobernación prometió a los deudos de Martha Erika Alonso y de los yerros cometidos por el trío conformado por Roberto Moya, Luis Bank y Eukid Castañón, quienes fueron presa de su ambición, quedándose con las manos vacías.

Y es aquí en donde vale la pena cuestionar sobre un tema francamente preocupante, pero sobre todo indignante.

¿Es verdad que con la muerte de Rafael se extinguieron los daños causados a los poblanos?

Sí bien es cierto que Rafael Moreno Valle fue el autor intelectual y material del saqueo a Puebla, también es un hecho que en esta operación maestra, participaron buena parte de su equipo cercano.

De una u otra forma, fueron copartícipes de la forma en que se creó un fondo multimillonario para enfrentar la campaña presidencial.

Y no sólo se trata de investigarlos como funcionarios y sancionarlos administrativa y penalmente por la ilegalidad de sus actos; se trata de seguir la línea del dinero hasta encontrar esa enorme fortuna.

Porque el dinero no desapareció ni se incineró con el helicóptero, ese dinero debe estar en algún lado y no hay más que seguir la huella del dinero para dar con quienes hoy detengan esas cuentas que dadas las revelaciones recientes hechas por el secretario de finanzas por el caso de los fideicomisos, se desprende que son cantidades exhorbitantes de millones.

¿En dónde está ese dinero?

¿En manos de quiénes quedó?

En próximas entregas iremos desglosando a los principales sospechosos, aunque no se necesita ser un investigador especializado en delitos financieros para poder hacer una lista de los probables prestanombres.

Dada la complicada personalidad de Rafael, su círculo cercano era muy reducido y de ahí que no sea una ciencia intuir los nombres de los posibles testaferros y de los hoy afortunados herederos.

Sin embargo, en este tipo de casos, pareciera que con la muerta del personaje central se termina la historia.

¿Será posible que los gobiernos estatales y federales se olviden de seguir el rastro del dinero?

¿Dejarán que estos nuevos multimillonarios —porque millonarios ya eran— se queden disfrutando de estas fortunas, mientras los poblanos pagamos durante años los adeudos heredados por este grupo político?

¿Será que en la amnistía de AMLO, en donde entran los expresidentes, exgobernadores y líderes sindicales, también están contemplados los beneficiarios financieros de Rafael?

¿Habrá la disposición de seguir la línea del dinero morenovallista caiga quien caiga?

Yo francamente no lo creo, pero de momento les concederé el beneficio de la duda y... veremos y diremos.